MasterChef estrenó su décima edición por todo lo alto con nuevos aspirantes que desde luego darían mucho que hablar. Es el caso de Luismi que desde el inicio del programa ya ha dejado ver parte de su cocinado y de su personalidad a los espectadores.
El programa de cocina en cuestión se emitió este lunes por la noche. Los aspirantes debían recrear y mejorar una serie de platos, desde los mejores hasta los peores, que fueron previamente preparados por sus predecesores en el talent. Silvia Abril fue la invitada de la noche durante esa primera prueba y, además, fue la encargada de distribuir a cada concursante el plato que debería cocinar.
Según Jordi Cruz, aquellos que cocinaban uno de los ‘peores' platos tendría ventaja sobre aquellos que recreaban los ‘mejores'. Luismi tenía que representar un plato que en su momento creó gran revuelo en la sala de cocinado el famoso «León come gamba». El bombero se puso manos a la obra en cuanto pudo, exprimió los 75 minutos que les dieron para preparar el plato, y aún así le faltó tiempo.
«¿Tú qué has entendido que hay que hacer?» le decía Jordi Cruz, juez del talent de cocina, el concursante le contestó seguro de sí mismo que el objetivo era mejorar el plato «el mío tienen la patata cocida al menos y el gato está preñado». Mientras el aspirante explicaba a los jueces, que no daban crédito, lo que había preparado algunos de sus compañeros se morían de la risa con sus explicaciones y le pedían que por favor se dejase de hablar.
"Mira, Alberto, no pretendía hacer una bobada y metió la gamba y le metimos un paquete... A ti, que te lo estás tomando a cachondeo sin haber pretendido en ningún momento mejorar el plato sino hacer una tontería peor, sin haber cocinado un pimiento... Esto es una burla. Esto sí se merece un delantalito negro.» concluyó Cruz que mientras le echaba la bronca le dio a Luismi su merecido delantal negro.
Pese a la decepción de los jueces ante la situación y el descaro del concursante al presentar un plato aún peor que el original, los usuarios de Twitter han demostrado que realmente el «gato tumbado» puede llegar a ser una obra de arte.