La que fuera una de las grandes supermodelos de los años 90, Kate Moss, ha sido vista hace pocos días en el exclusivo barrio londinense de Mayfair y no ha dejado a nadie indiferente.
Moss fue capturada en unas imágenes fumando y con un aspecto muy desmejorado a sus 49 años.
Al parecer, no ha podido cortar con la adicción al tabaco contra la que tanto ha luchado en los últimos 34 años, lo que habría acabado afectando a su piel.
En recientes entrevistas ha asegurado que vive en el campo, practica yoga, bebe mucha agua e intenta fumar solo dos cigarrillos al día.