Durante estas vacaciones de Semana Santa una noticia en forma de sentencia ha golpeado a la Cadena SER: la Audiencia Provincial de Madrid ha condenado la emisora de PRISA a pagar 41.800 euros por insultar y vulnerar el honor de Alfonso Rojo de manera continuada. El periodista llevaba tiempo buscando este desenlace después de que su demanda fuera desestimada y tras presentar varios recursos, finalmente ha conseguido que la justicia castigue ese hostigamiento recibido.
Uno de los más insistentes con el director de Periodista Digital en los micrófonos de la SER fue el humorista Héctor de Miguel, más conocido como Quequé. Uno de los presentadores de la ya extinta Vida Moderna (junto a David Broncano e Ignatius Farray) tenía como uno de los principales objetivos de sus chistes a Alfonso Rojo. De hecho, la sentencia marca claramente a Quequé como autor principal de estos insultos que la justicia ha acabado condenado por intromisión ilegítima al honor, pero se extiende a toda la emisora por no solo permitirlo, sino también por su «participación en los beneficios económicos derivados de la divulgación».
«No reírse de los subnormales ni de @AlfonsoRojoPD, por favor», rezaba uno de los tweets que ya ha sido eliminado de la red social ‘X', por entonces Twitter, con una sección de este programa en el que llamaba 16 veces subnormal al también escritor. Pues bien, una parte de la sentencia consiste en publicar el fallo de la misma en esta red social y el avispado humorista se ha pasado de listo y le han pillado.
Para intentar esconder lo máximo posible lo sucedido, Quequé realizó varias trampas. Primero, se cambió el nombre de usuario y la foto de perfil para despistar. Después puso candado a su cuenta para disminuir la difusión del fallo. Y por último y antes de volver a abrir la cuenta al público en general, hizo muchos retweets para «hundir» en su timeline el texto que la justicia le ha obligado a publicar en esta red social.
La decisión ha sido celebrada por Alfonso Rojo, pero el jefe de Periodista Digital avisa que todavía faltan muchos puntos que cumplir de esta condena, además de recalcar estas trampas que desde este medio califican de «ridículo espantoso».
Por ejemplo, eliminar de su cuenta de Twitter todos los tuits objeto de la demanda, así como de Youtube todos los vídeos que contengan «expresiones objeto de demanda». También eliminar los podcasts que contengan estas expresiones y leer el encabezamiento y fallo de la Sentencia en un programa similar en franja horaria y audiencia a la Vida Moderna.