Albert Einstein, una de las mentes más brillantes que ha visto la humanidad, también se pronunció con respecto a la felicidad.
En el Hotel Imperial de Tokio dejó a un empleado dos papeles con dos célebres frases: «Una vida humilde y tranquila trae más felicidad que la persecución del éxito y la constante inquietud que implica». En la otra: «Donde hay una voluntad, hay un camino».
Según publica la revista Telva, la primera pudo estar influida por el momento en la vida del científico -fue escrita en 1922, un año después de recibir el Premio Nobel de Física por sus servicios a la física teórica, y especialmente por su descubrimiento de la ley del efecto fotoeléctrico, un paso fundamental en la evolución de la teoría cuántica- la segunda es más coherente con su pensamiento base. Son varias las ocasiones en las que el científico hace referencia a lo largo de su vida a la importancia de la voluntad, como así también a las metas.
Algunas de sus mejores frases
- «La vida es una preparación para el futuro; y la mejor preparación para el futuro es vivir como si no hubiera ninguno».
- «La búsqueda de la verdad y la belleza es una actividad que nos permite seguir siendo niños toda la vida».
- «La medida de la inteligencia es la capacidad de cambiar».
- «La creatividad es la inteligencia divirtiéndose».
- «Un barco está siempre seguro en la orilla, pero ese no es el propósito para el que construye».
- «La vida es como andar en bicicleta. Para mantener el equilibrio, debe mantenerse en movimiento».
- «Sólo una vida vivida para los demás es una vida que vale la pena».
- «No es posible mantener la paz usando la fuerza; que sólo se puede lograr mediante la comprensión».