El Natto es el nombre que recibe en japonés este desayuno a base de soja que cuenta con numerosos beneficios. Aunque, a decir verdad, parecer ser que hay que contar con un paladar y olfato a prueba de todo para ser capaz de enfrentarse a él.
Los valientes encontrarán en este plato una receta de la longevidad y de la prevención de enfermedades cardíacas.
Está elaborada en base a soja fermentada, la cual desprende un fuerte olor a amoniaco y un aspecto gelatinoso con una textura similar al queso fundido. Normalmente se lo come acompañado de arroz o enrollado en un sushi.
Para lograrlo las habas se ponen en remojo entre 12 y 20 horas, se cuecen al vapor y se dejan enfriar. Se les añade la bacteria Bacillus subtilis y se deja fermentar otras 20 horas. Después se la coloca en la nevera un día entero.