Marienna Sánchez-Jáuregui, ex alcaldesa de Vila y actuamente concejala no adscrita, denunció en el pleno del lunes que Lurdes Costa gastó 4 millones de euros en publicidad sin contrato. Por este motivo, Sánchez-Jáuregui pidió a Costa que asumiese su responsabilidad y que dejase el Ayuntamiento de Vila. La mayor parte de este pastel publicitario se lo llevaron los medios afines a Costa durante la pasada legislatura. La ex portavoz socialista, imputada por el caso Park Control, insistía durante el pleno que Sánchez-Jáuregui pactó un contrato publicitario con Prensa Pitiusa a cambio de nada. Además de no respetar a la Justicia, Costa no acepta ni los informes jurídicos del Ayuntamiento de Vila. Es realmente grave que una persona que ha sido alcaldesa hable en estos términos.
La revancha. Parece lógico y humano que Sánchez-Jáuregui buscase la revancha en el último pleno de Vila tras el archivo de la causa en su contra por el mal llamado Prensa Pitiusa. La obligaron a dimitir por un supuesto delito que se ha demostrado que no existió y sus propios compañeros, con el apoyo de la oposición, buscaron para la ex alcaldesa un castigo en los tribunales por la vía penal. El juez y los fiscales han sido rotundos: no hay ninguna irregularidad, ni facturas falsas, ni dinero a cambio de nada, ni aprovechamiento económico. Incidir en lo mismo tiene poco sentido a estas alturas.
Luz y taquígrafos. Sin embargo, no estaría mal que el Ayuntamiento de Vila hiciese públicos los contratos publicitarios, si los había, de la pasada legislatura. El dinero que recibió cada medio de comunicación, a cambio de qué, y con qué criterios. Si se actuó de forma equitativa o si, por el contrario, se premiaron a los mismos de siempre. Todas estas cosas hay que hacerlas públicas, con luz y taquígrafos, y quizás podamos entender muchas cosas. Los que han sido intocables durante años han dejado de serlo y hay que dar a conocer a la opinión pública toda la verdad, sin censuras.