El pleno del Parlament debate mañana las enmiendas a la totalidad al proyecto de Presupuestos autonómicos para el 2021 presentadas por el PSOE, Vox y El Pi, que coinciden al calificarlos de «insuficientes, con ingresos ficticios y por incrementar el endeudamiento del Govern». En cambio, Ciudadanos, como también ha hecho con los Presupuestos del Estado para el próximo año, descarta una enmienda a la totalidad en Baleares. El Gobierno Sánchez-Iglesias precisa con urgencia otras cuentas públicas al seguir gestionando hoy los Presupuestos que aprobó Mariano Rajoy en mayo de 2018 -prorrogados para dos ejercicios- y porque la Unión Europea exige otro marco del gasto público para aprobar los planes de estímulo de la economía, severamente castigada por el impacto de la Covid.
No es momento para más presión fiscal.
Los presupuestos son el primer instrumento para ejecutar la gestión política y transformar los enunciados en actuaciones. En el caso de Baleares, han de aportar medidas y acciones para la recuperación de la actividad económica y evitar la destrucción de más puestos de trabajo, junto con ayudas sociales para los más perjudicados por la emergencia sanitaria, social y económica. Los tres partidos que forman el Govern: PSIB-PSOE, Podemos y Més per Mallorca deben rehuir la tentación de compensar la caída de ingresos con una mayor presión fiscal.
Ingresos sin confirmar.
Aún cuando las cuentas del Govern para el próximo año ascienden a 5.881 millones, la consellera de Hacienda, Rosario Sánchez, prevé superar los 6.000 millones con los recursos adicionales procedentes de los planes europeos Next Generation y para la Recuperación y Resiliciencia, así como del fondo autonómico Covid. Pero estos ingresos aún no están confirmados. Y aquí es donde el Govern Armengol debe exigir una mayor aportación para Baleares al ser la comunidad que registra la caída más intensa de su PIB regional y que destruye más empleo.