El Consejo de Ministros dio luz verde al anteproyecto de ley para mejorar el ejercicio de la docencia en la educación no universitaria. La norma reduce la ratio de alumnos por clase y fija un máximo de horas lectivas para los docentes en Primaria y Educación Secundaria obligatoria. En concreto, un máximo de 22 estudiantes por clase en Educación Primaria, etapa en la que la ratio es hoy de 25; y a 25 en ESO, que ahora es de 30. También prevé que las administraciones educativas y los centros efectuarán una distribución equilibrada del alumnado con necesidades educativas especiales. Cada uno de ellos computará como dos plazas para determinar el cupo máximo en las distintas etapas educativas, compensando la mayor dedicación del profesorado. Otra novedad consiste en un máximo de horas de docencia que se aplicará a partir del próximo curso: 23 en Primaria y 18 en Secundaria, Bachillerato y resto de enseñanzas.
Alumnos con necesidades especiales
El calendario de aplicación prevé que la nueva jornada lectiva y la consideración doble del alumnado con necesidades educativas especiales entren en vigor el próximo curso 2026-2027. Las nuevas ratios comenzarán a implantarse a partir del curso 2027-2028 alcanzando su plena aplicación en 2031-2032. Se introducirá una fórmula redactada con variables como el contexto socioeconómico del hogar para determinar el grado de vulnerabilidad de cada estudiante.
Apoyos parlamentarios necesarios
La ministra de Educación, Pilar Alegría, impulsora de la reforma, afirma que busca mejorar la calidad del sistema educativo español y la atención a los estudiantes. El Ministerio ahora comenzará a dialogar con las comunidades autónomas y con los sindicatos docentes para pactar contenidos y calendarios. También deberá recabar los apoyos parlamentarios para obtener la mayoría necesaria en el Congreso. Empieza un largo proceso sin fecha final ni plenas garantías de aprobación del anteproyecto.