El noble edificio de sa Llonja palmesana se vistió ayer de gala para acoger la toma de posesión de Francesc Antich como nuevo president de la Comunitat Autònoma, en un acto multitudinario que tuvo en todo momento un aire optimista. Entre personalidades de las Islas y representantes políticos de la dirección nacional del PSOE e Izquierda Unida, el nuevo presidente socialista fue recibido en el recinto gótico con una clamorosa ovación de sus seguidores. A su lado, la plana mayor del Partido Socialista: Joaquín Almunia, Ciprià Ciscar, Ramón Jáuregui, Narcís Serra y Pasqual Maragall, hecho que evidenciaba la importancia de este acto para el partido que, tras las elecciones del 13-J, ha logrado formar gobierno autonómico en coalición con otros grupos de carácter progresista y con el apoyo de UM.
«Optimismo, ilusión y euforia» fueron los ingredientes que quiso transmitir a los ciudadanos en su discurso de toma de posesión, tras firmar el nombramiento de los consellers de su primer Govern. Ese mismo espíritu de cambio, de progreso, de novedad, fue el protagonista de un parlamento breve en el que el nuevo president se comprometió a dar un fuerte impulso al autogobierno y reconoció que cualquier cambio de gobierno «abre siempre una perspectiva de futuro, llena de esperanzas», aunque hizo referencia también a los ciudadanos que, ante el giro político del gobierno de Balears, puedan sentir incertidumbre. A ellos les prometió evitar la exclusión y la marginación y luchar por ser el president de todos los habitantes de estas Islas.
Antich nunca podrá olvidar la entusiasta ovación con que fue recibido en sa Llonja. En su mano está el no defraudar a quienes le han apoyado y, a la vez, ser, como dijo en su discurso, el presidente de todos sin exclusiones.