L a trigesimosexta edición de la entrega de los Siurells, máximo galardón que otorga anualmente el diario Ultima Hora , ha supuesto un ahondamiento en las cosas que nos unen en el conjunto de Islas que componen la Comunitat Autònoma de les Illes Balears al recoger en un solo acto el reconocimiento de personalidades culturales tan dispares pero de tanta importancia como el actor Peter Ustinov, el barítono menorquín Joan Pons y el artista alemán afincado en Eivissa Erwin Bechtold.
Se trata de una selección muy compensada y justificada, que nada tiene de azarosa: el actor británico, uno de los pilares de la escena mundial de las últimas décadas, señala año tras año la isla de Mallorca como su lugar ideal para pasar las vacaciones; el menorquín Joan Pons ha sido embajador de su isla "y, por extensión, de Balears" desde escenarios tan destacados como el Royal Albert Hall de Londres o la Scala de Milán; y el alemán afincado en Sant Carles ha situado Eivissa de nuevo en el mapa de las vanguardias europeas más inteligentes. Son, por sus propios méritos, símbolos de una identidad única que comenzó por voluntad administrativa pero que siempre poseyó lazos culturales comunes en los que es posible y necesario profundizar. Una dirección en la que se siente reflejado el Grupo Serra, editor de este periódico. Una voluntad de compromiso con Balears, que se ha demostrado en los últimos años con la aparición de periódicos en las Pitiüses y Menorca, así como en la apuesta por la cultura propia de la Comunitat a través de la prensa en catalán.
Los Siurells han buscado en las personalidades homenajeadas el miércoles en el Casino de Mallorca la idea de una sociedad que reconoce y hace suyos a aquellos que la descubren y la eligen en un planeta cada vez más pequeño, que se sirve del arte más sublime como fórmula de proyección y autoestima y que explora e interroga la creatividad humana trascendiendo el puro sentido estético. Es la única forma de entrar en el siglo XXI.