La Real Academia de la Historia ha denunciado que en determinadas comunidades autónomas, en especial las que tienen lengua propia, se da una enseñanza de la historia de España insuficiente y tergiversada. Es una información muy grave que conviene analizar. Lo que es evidente es que se han registrado cambios importantes en la Educación a lo largo de las últimas décadas. En la actualidad, por lo menos se imparten conocimientos de la historia de cada comunidad, que habían sido silenciados durante toda la dictadura, potenciando una enseñanza sesgada de España como un Estado unitario e indivisible. Se trataba de una imagen irreal que poco o nada tenía que ver con la evolución real del país a lo largo de los siglos.
Algunos profesionales de la enseñanza han puesto sobre la mesa que, hoy por hoy, tal vez pueda darse una carencia por lo que respecta a la visión global, debida principalmente a que los criterios pedagógicos actuales han suprimido cronologías que, ciertamente, podían ayudar a los alumnos a situar en un marco determinado acontecimientos puntuales, aunque también señalan que el problema no es tan grave ni hay motivo para tanta polémica. Desde la Conselleria d'Educació también se apunta que el criterio seguido es el de comenzar por aquello más próximo para que, después, sea más fácil comprender la globalidad.
Todo el debate suscitado parece pues excesivo. Lo que realmente es importante es que los alumnos adquieran conocimientos ajustados a la realidad de la evolución histórica. Y parece lo más adecuado que sea la historia de Balears la que les introduzca en esta materia, aunque eso sí, sin renunciar a conocer todo lo que de relevante ha acontecido no sólo en España, sino también en el mundo, evitando también los errores de bulto detectados en algunos libros de texto, redactados con prisas y escasa base científica.