Hay organismos que tienen claros sus objetivos. Parece que la Autoritat Portuària es uno de ellos y mañana lunes empezará el derribo de es Martell para construir otro edificio, más moderno y presentable, en su lugar. Si la APB hubiese tenido que depender del Ayuntamiento de Vila, no creo que hubiera podido empezar las obras ni en el año 2038. Porque en Vila ha habido mucho postureo con el tema de es Martell. Muchas reuniones inútiles, palabrería, y consenso inútil. El acuerdo político que valía la pasada legislatura ya no sirve esta. El consenso político que reclamaba Ruiz cuando estaba en la oposición se ha convertido en un trágala más que evidente desde que gobierna. Es lo que tiene gobernar, que te das cuenta de que dos más dos son cuatro y hay que hacer lo que hay que hacer, sin rodeos ni palabrería. Lo curioso, lo llamativo, es que desde el Ayuntamiento digan que aún se puede pactar el tipo de edificio que se hará, los metros, el volumen, y bla, bla,bla...Que no, oigan, que se va a derribar es Martell y se proyectará aquel edificio que se presentó hace ya más de un mes. La APB no puede esperar más tiempo y los políticos de Vila no deben crear falsas expectativas a los que creen que el puerto será un maravilloso espacio para las personas, los ciudadanos. Estos mensajes ya no venden, no cuelan. No sé si hubo alguna llamada de Armengol a Ruiz para que aceptase el proyecto o qué, pero la postura del PSOE respecto a es Martell ha cambiado radicalmente. No pasa nada si se rectifica, pero que no confundan a la opinión pública. Y otra cosa llamativa es la postura de Joan Ribas, el antiguo ‘enfant terrible' de la política vilera ha sido el primero, el más dócil, a la hora de aceptar el proyecto. No me quiero ni imaginar lo que dirigían Ruiz y Ribas si viviésemos la misma situación con un PP en el gobierno.
OPINIÓN | Joan Mestre
La APB gana el pulso
Juan Mestre | Eivissa |