Les ahorraré la retahíla de descalificativos, insultos y amenazas que los biempensantes lefties dedicaron en redes a Vox y Sluiz tras una reunión cívica el pasado domingo, y a Hans, propietario del comercio favorito de la multiculturalidad ibicenca, donde todos somos bienvenidos. Un hombre a quien jamas vi, y de cuyo coherente sentido de la libertad open minded muchos tendrían que aprender, ejemplo impagable de acogida ibicenca donde exponer mejoras para nuestra isla en su casa, esa que la izquierda quiere expropiar para sí.
La respuesta de los del peace&love fue otro boicot de esa imposición leftie cuya falsa moral decide de qué puedes hablar o no, y en tu casa. Quien se oponga a lo políticamente correcto que ellos dictan, será señalado cual judío: ¡Fascista! De ahí que esos ‘libertarios' rechacen a Vox, gente libre, sin miedo o complejos, expresando verdades que ofenden ante la única mordaza fascista que impone el marxismo cultural, ese que contra tu libertad te estigmatiza con la palabreja: «Fascismo, invento del nº 3 del partido socialista italiano. Termino prostituido por la izquierda, empleado para estigmatizar al oponente político, quien una vez señalado será perseguido».
Al leftie del be free, la libertad y el Imagine de Lennon se le cayó en Sluiz la careta del cinismo que venden. No son open mind sino solo unos simple mind totalitarios cuyos argumentos edifican desde el insulto, la descalificación de su mentira hacia la prohibición. Pero no te olvides que el fascista eres tú. Como decía aquel: «Hasta que no tomo un café por la mañana y me llaman tres veces fascista, no me siento una persona libre».
Las mujeres y hombres que estuvimos representando Actúa-Vox, no llegamos ayer a esa Ibiza que me vio desnudo en Es cavallet, o con mi eterno amigo hebreo junto a Alberto en el Chiringay, escribiendo hoy aquí. O hablando ayer en Sluiz, bailando en Glorys o Ku, Amnesia o Space, Dome, Lolas o Ánfora, la Troya o Cocoon, en Lío, en Pacha, es Paradis o Namaste, cuando mi trabajo en construcción me dejaba tiempo. Soy otro miembro de esta sociedad ibicenca, multicultural y diversa, que nos acogió a todos con los brazos abiertos y sin condiciones desde que aterrizamos, guste o no a esa obtusa izquierda casposa que desvirtúa la paz, la realidad y la libertad en que seguiremos todos viviendo, a su pesar.
Rompemos mantras tan disparatados como que la violencia es masculina y el hombre un criminal en potencia, según dictan las leyes de género, a las que nos oponemos por liquidar la presunción de inocencia. En Actúa-Vox hay madres y abuelas, novias o esposas, amigas, hijas, compañeras de partido y trabajo, valientes mujeres que rechazan sin complejos la imposición feminista y cuya valía está en su intelecto y esfuerzo, no en tener pubis. ¿Es esto machismo o sentido común?
España es, de largo, el país occidental con mínimos casos del cobarde crimen que a todos asquea contra la mujer, quienes lideran el asesinato de niños, un dato silenciado.
Recuerden, quien defiende liberar violadores reincidentes no es Actúa-Vox, personas diversas, de Ibiza o peninsulares, pero también residentes europeos e inmigrantes. Sí, de razas, condición sexual, social o religiosa diversa y a quienes nos une el sentido común. ¿A quién le molesta o deslegitima? A nosotros no.
Defendemos valores e ideas de libertad y prosperidad para todos, de respeto a la propiedad privada, por un estado racional y eficiente, una industria turística profesional, sólida y diversa; ordenada, legal y regulada, sostenible y desestacionalizada, eliminando prohibiciones e instituciones absurdas que impiden avanzar y premiando el esfuerzo desde la educación, esa que han de decidir en libertad los padres y solo los padres.
Defendemos sin complejos la hispanidad de la cultura balear frente al invasor pancatalanismo ‘lazi' libertario que impone una lengua prohibiendo otra, ensalzando el golpismo contra la II República de Companys (1934) mientras te llaman franquista -alzado contra el pucherazo del frente popular en 1936- desde una cainita y tramposa memoria histórica que en Ibiza no desenterró la masiva quema de iglesias y asesinatos de ERC, en aquella isla sin guerra ni víctimas de agosto de 1936, y por las que jamas pidieron perdón.
Somos Actúa-Vox, enamorados de las libertades pitiusas, esas que las prohibiciones a la música y los boicots no podrán silenciar aquellos que pretenden dar lecciones de democracia sin saber bailar desde la política en paz y libertad.
Por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida. El cautiverio es el mayor mal que puede venir a los hombres.
(Cervantes)