En el prólogo del Evangelio de San Lucas hemos escuchado que el autor lo dedica a Teófilo, esto es, a aquel a quien Dios ama. Los Evangelios son libros históricos, que no admiten error alguno en sus enseñanzas, porque son inspirados por Dios. Jesús, en Nazaret, donde se había criado, entró en la sinagoga el sábado y se levantó para leer.Le entregaron el libro del profeta Isaías El Señor encontró el lugar donde estaba escrito:El Espíritu del Señor esta sobre mi para evangelizar a los pobres. Las palabras de Isaías, que leyó Jesús describen la finalidad para la que Dios envió a su Hijo:la redención del pecado, la liberación de la esclavitud del demonio y de la muerte eterna. El Señor durante su ministerio público manifiesta su preocupación por los más necesitados. Es cierto que Jesucristo hizo algunas curaciones A los enviados por Juan Bautista les comunica que digan a su precursor:los ciegos ven,los cojos andan,los pobres son evangelizador. Pero no curó a todos los enfermos, ni suprimió todas las penalidades de esta vida, porque el dolor tiene un excelente valor redentor unido a los sufrimientos de Jesús. También la Iglesia abraza con su amor a todos los afligidos por la debilidad humana. Ella ha recibido esta misión de Cristo: «Id,pues, y haced discípulos a todas las gentes, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo;y enseñándoles a guardar todo cuanto os he mandado. Y sabes que yo estoy con vosotros hasta el fin del mundo». Estas palabras sencillas y sublimes del final del Evangelio de Mateo se refieren a la obligación de predicar las verdades de la fe, la urgencia de la vida sacramental, la promesa de la continua asistencia de Cristo a su Iglesia. Nuestro Señor Jesucristo ha sido enviado por el Padre para promulgar el año de gracia del Señor. El año de gracia es el tiempo de la Nueva Ley hasta el final de este mundo. Tengamos mucha fe y confianza en la Iglesia de Jesucristo. La Iglesia es santa porque ha sido fundada por Jesucristo. Pero también es pecadora por las personas que la formamos. Si solo fuera una institución humana, después de dos milenios la Iglesia ya habría desaparecido, porque los enemigos internos y externos la habrían destruido. Pero Cristo ha prometido su permanencia en la tierra hasta el fin del mundo. CREO EN DIOS CREO EN JESUCRISTO CREO EN LA IGLESIA QUE ES UNA SANTA CATÓLICA Y APOSTÓLICA
Opinión/Lucas Ramón Torres
Domingo tercero del tiempo ordinario (Lc 1,1 4;4,14-21)