Nuestra sibilina y gestual presidenta Armengol —para disimular un poco y para que no se le vea tanto el plumero— ha solicitado estos días a sus socios una estrategia común para reclamar esa financiación de nuestra autonomía que nunca llega, unos 177 millones para empezar, y «pide» la presidenta un frente común ¿para qué?, pues eso es lo que me pregunto, ¿para qué?, ¿para luchar, con su particular centrifugadora del Consolat de Mar, contra el Centralismo que, verbigracia, es ahora Sanchismo? Vamos a ver, estimada presidenta, no se ha enterado usted que Tesinando Sánchez está en estos precisos momentos más liado que la pata de un romano. Vamos que el hombre está en su dacha de Moncloa pensando en el país y que le está dando tanto a los engramas que no tiene tiempo ni de viajar en su falcon lo que lleva al presi a una abstiencia voladora de no te menees, que no es el momento para ponerlo más ansioso con la financiación de ses Illes. Está liado, bastante liado como para atender ahora sus requerimientos fiscales que son también los de los ibicencos. Por otra parte él no consigue la unión de la izquierda que usted sí ha conseguido. A usted los ecosoberanistas y los podemitas apenas le exigieron nada, cuatro cargos de chichinabo, pero es que a Pedro le está cayendo la de dios y está el pobre luchando para que no sea vicepresidenta del gobierno la mujer de Iglesias, ni siquiera quiere de ministro de Trabajo y Seguridad Social al Echenique que tenía a su cuidador sin dar de alta en ese sitio, en la Seguridad Social. Y con tanta movida, ahora le reclama usted al presidente en disfunciones el dinero de las Baleares y las Pitiusas, precisamente ahora, con elecciones en ciernes, pero es que Pedro ni se le va a poner en el teléfono rojo ese que tiene para atender los asuntos de las taifas.
Opinión/Jesús García Marín
Reclamar a Madrid
Jesús García Marín. |