Los alumnos del Instituto Marc Ferrer (Formentera) sé encontraron la semana pasada con dos agentes de la policía local, acompañados por la unidad canina en el interior de las aulas.
Montaron un control antidrogas, eligiendo a diversos alumnos «aleatoriamente» para ser inspeccionados por la perra policía así como sus pertenencias. Los estudiantes eran de 1º i 4º de ESO (menores) y de los ciclos formativos.
No se me ocurre una manera peor de luchar contra el consumo de drogas en el instituto.
Afortunadamente para todos, no encontraron ninguna substancia entre los registrados. Pero imaginemos que hubiesen dado con una ?china?, un sobrecito de hierba o algo más duro. En ese caso, se me ocurren varias preguntas:
- Qué estigma hubiese caído sobre el/los ?pillados?? Con que cara hubiesen vuelto al instituto al día siguiente o al año siguiente?
- Imaginen esa noticia en los medios ?Un registro policial localiza droga en los alumnos del instituto de Formentera?. La imagen del instituto de los ?yonkies? es algo que nadie calculó? Y la imagen de la isla? Y la de los profesores? Y la de los padres?.
- Qué confianza van a tener a partir de ahora los chavales en la policía tutor que les monta un control antidrogas en clase?
- A alguien se le ocurrió la posibilidad de consensuar esta idea con los padres y conocer su opinión?
Está claro que hay que luchar contra el consumo de drogas en los centros educativos, pero sinceramente me parece que esta es una manera catastrófica de afrontar el asunto.
Y ya una última pregunta: De verdad es necesaria una unidad canina para ?detectar? quién consume y quién no consume drogas en el instituto? Piénselo un poco.