El encomiable esfuerzo que está haciendo en estos días el personal sanitario es espectacular. Auxiliares, personal de enfermería, médicos y todo el entramado que interviene en la atención al paciente da la talla en ocasiones como la que estamos viviendo.
Asumiendo riesgos personales, olvidándose del reloj, realizando tareas que no son de su competencia, anteponiendo su profesionalidad a la familia y tantas otras cosas que nunca podremos agradecer lo suficiente.
El emotivo aplauso que el sábado por la noche se pudo oír en toda Ibiza, como en el resto de España, es un detalle bonito por parte de los ciudadanos, que intentan así hacer llegar su reconocimiento a los profesionales de la salud.
Esta iniciativa surgió en las redes sociales, que por una vez sirven para algo positivo, y tuvo un gran seguimiento en numerosos municipios y ciudades españolas.
Esta iniciativa copia el reconocimiento que en su día tuvieron los italianos con sus sanitarios y viene a sumarse a otra campaña viral que han promovido las administraciones, la cual, bajo el hashtag #YoMeQuedoEnCasa, invita a todos a confinarse en su domicilio y no contribuir al riesgo de contagios del maldito COVID-19.
Parece que los aplausos van a tener seguimiento. Es una buena manera de ocupar el tiempo mientras no podemos salir de casa.
Y, ya que estamos, podríamos incluir en nuestros aplausos a policías, guardias civiles y otros agentes del orden público, a los trabajadores de los establecimientos de primera necesidad que permanecerán abiertos, a los transportistas que permitirán que no quedemos desabastecidos de papel higiénico, entre otros productos imprescindibles.
Es en crisis como esta cuando se ve la mejor cara de una sociedad. La nuestra, siempre que ha tenido que estar, lo ha hecho.