El compañero y amigo Juanan Torres lamentaba este domingo en su análisis semanal el favoritismo de Palma frente a municipios como el de Sant Antoni ante la posibilidad, y es importante subrayar la palabra posibilidad, de que se financie con fondos europeos un tranvía en Palma cuando otras zonas tienen necesidades más urgentes.
Para situarnos, el tranvía de Palma es un proyecto que se remonta a la legislatura 2007-2011 con Antich en la presidencia del Govern y Més per Mallorca al frente de la Conselleria de Mobilitat. Se anunció un tranvía para unir el aeropuerto y la ciudad como uno de los proyectos estrellas, pero llegó al final de legislatura y los palmesanos no vimos ni un simple dibujo con tiza en el asfalto por donde supuestamente tenían que pasar los vagones. Sin embargo, algunos tuvieron suerte ya que se encargaron bolígrafos, gorras y otros objetos inútiles para promocionar este tranvía, un dispendio con dinero público totalmente innecesario para convertir Palma en la Lisboa del Mediterráneo.
Pasó la legislatura de Antich y los políticos se olvidaron del tranvía. Pero como no hay político que no tropiece dos veces en la misma piedra, en la primera legislatura de Armengol se volvió a anunciar un tranvía al aeropuerto y, más recientemente, otro al hospital de Son Espases. Ningún palmesano sabe si se ha descartado el primero o si se harán los dos, aunque mayoritariamente pensamos que no se hará ninguno de ellos. Los tranvías se han anunciado tantas veces como las VPO de Vila, para que los ibicencos puedan comparar.
Para ser sinceros, son totalmente innecesarios porque el transporte público funciona perfectamente y cubre de sobras las necesidades de los ciudadanos. Tiene toda la razón Juanan cuando se queja del favoritismo de Palma frente a Sant Antoni, pero ya le aviso que todo acabará en la nada más absoluta. Como siempre, por otra parte.