El problema de la vivienda en la isla de Ibiza tiene especial incidencia en la capital, donde ahora mismo ya hemos pasado de las caravanas y tiendas de campaña como solución habitacional a directamente las chabolas. Nuestra estimada clase política se está cubriendo de gloria ante una situación que se les ha ido totalmente de las manos.
Hay que decir las cosas claramente. PP y PSOE son los responsables de que hoy sea imposible acceder a una vivienda digna en esta ciudad, salvo que tengas un sueldo que supere con creces los 6.000 o 7.000 euros mensuales. Hace años nos escandalizábamos con los llamados pisos patera. Y hoy eso nos parece de lo más normal. Como nos parece normal ver a familias viviendo en caravanas. Y acabaremos viendo como normal los poblados de chabolas a los que llamaremos alegremente las favelas vileras. No sé para qué queremos una Escuela de Hostelería si quienes en ella estudien tendrán que vivir después en un estercolero mientras se dejan la piel sirviendo al millonario de turno y a cambio de un sueldo más que cuestionable. Solución de los cabezas de huevo de turno: «¡Que no hubieran venido, oye!».
Que el problema de la vivienda es difícil de solucionar ya lo sabemos. Que se aplican parches que hasta el más tonto prevé que no funcionarán, también lo sabemos. Yo echo en falta un liderazgo real en esta situación. El Consell, por ejemplo, podría tomar las riendas y a través de su tan publicitado Consell de Diálogo Social sentar a la mesa a pensar a todos los que puedan aportar algo. Procurando, eso sí, que los pensadores no tengan más de dos pisos en propiedad. Seguramente no sirva de nada pero, al menos, los ciudadanos podremos creer que algo están haciendo para poner remedio.