Parece improbable que el Govern calculase las consecuencias de la visita de Negueruela el viernes a Ibiza. Montó una reunión con una parte pequeña del sector, pero en realidad viajó para atacar al Ayuntamiento de Sant Antoni por el decreto del turismo de excesos. Hubiese sido mucho más constructivo que, en lugar de presidir una reunión irrelevante, hubiese solicitado un encuentro con el alcalde de Sant Antoni, pero su objetivo era el de siempre: atacar a todos aquellos que no son de su partido. Las instituciones ibicencas se merecen un respeto.
Las imprudencias pueden tener un coste muy alto, hay que vigilar a los niños
Este verano han fallecido ya dos niños en Baleares ahogados. Lo más dramático es que son accidentes evitables con una buena prevención. Los ciudadanos no estamos lo suficientemente concienciados: no se puede dejar a los niños solos cuando hay agua, ni siquiera con un elemento de flotación, o con un hermano mayor al cargo. La mayoría de avisos por ahogamiento infantil afecta a la franja de entre un año y cinco años, pues para ellos la tentación es grande, pero no son diestros en flotar. Todavía queda verano por delante para detener esta terrible estadística.