Baleares todavía tiene mucho por trabajo por delante para salir del furgón de cola de la siniestralidad laboral. E lGovern saca pecho por un descenso del 7 % en los accidentes laborales del primer semestre del año en comparación con el mismo periodo de 2024, aunque esa mejora de los datos únicamente ha bastado para que las Islas pierdan la primera posición para pasar a ser la segunda comunidad autónomas con peores cifras en materia de siniestralidad, solo por detrás de la Comunidad Foral de Navarra. Queda faena.
Sigue abierto el pulso por la reducción de la jornada laboral
Las patronales de Baleares celebran el freno a la jornada de 37,5 horas, convencidas de que una reducción generalizada pondría en jaque a pymes y autónomos en un territorio dependiente del turismo, con fuerte estacionalidad y falta de mano de obra. Reclaman, además, que el debate se centre en productividad y negociación sectorial. Los sindicatos, en cambio, lo leen como un retroceso social: acusan a la derecha de bloquear un avance que facilitaría la conciliación y acercaría a España a estándares europeos. El pulso sigue abierto.