La llegada de la primavera trae la presencia de distintas frutas de cultivo local que colorean más que nunca los puestos del Mercat Nou de Vila.
Lo colores vivos con los que se visten los puestos de frutas del mercado de Vila no dejan indiferentes a sus clientes.
Este es el caso de Paquita, que llenaba su cesta con multitud de frutas de distintas variedades, «he comprado albaricoques, fresas y cerezas, que son mi fruta favorita después de la sandía, que todavía no hay». Mientras Moha dispensaba la fruta a Paquita, su compañera en el puesto Fruta i Camp del Mercat Nou, Dania, recomendaba sobre todas las demás «las fresas, que están buenísimas y son de Ibiza. Saben a fresa».
En Frutas Catalina, la fruta que su responsable, Juanjo, recomienda directamente es «el albaricoque. Que es de aquí y está más bueno que ninguno. Además, ahora está barato».
En el puesto L'Ou, cuya oferta es 100% ecológica, su responsable, Juan, explica que «el producto ecológico suele llegar siempre un poco más tarde que los demás. Como no le ponen ningún tipo de acelerante, es el último en llegar al mercado. Por eso hay poca cosa porque, además, en Ibiza no hay grandes cultivos de árboles frutales ecológicos, por lo que nos llega muy poca cosa desde aquí. Otra cosa son las frutas de suelo, como la sandía, las fresas o el melón, que sí se cultiva sin problema en Ibiza».
La fruta de temporada que recomienda Marga desde Frutas y Verduras Marga Boned es «el melón ibicenco, de la variedad ‘viga',que llegó hace unos días y está delicioso. Es más dulce». Pepita Palau, en su puesto, uno de los más veteranos del Mercat Nou, coincide a la hora de recomendar el melón ibicenco como una de las frutas estrella del campo ibicenco en su puesto, «son buenísmos, ¡pero de verdad!. Las cerezas que tengo también están muy buenas, aunque todavía no son ibicencas».
Nieves y Pepita también hacían su compra de frutas en Palau. En la cesta de Nieves no faltaban las fresas «¡me encantan las fresas con nata!», exclamaba antes de hacer una pausa para saborearlas en su pensamiento y reconocer que «cualquier fruta me sirve, me gustan todas. No como a mi hija, que no come nunca». Pepita, en cambio, admitía que «siempre tengo el frutero lleno. En casa comemos fruta todos y la macedonia les encanta a las niñas».