Corría el año 1944 cuando, procedente de Valencia, llegó a Ibiza la imagen del Santo Cristo Yacente. Su cofradía fue la única que procesionó por las calles de Dalt Vila durante aquella Semana Santa.
Tras cumplirse 80 años de aquel momento, la hermandad celebrará este próximo domingo su aniversario con una misa solemne que tendrá lugar a las 10.30 horas en la Catedral. Además, el Santo Cristo Yacente permanecerá expuesto durante la Eucaristía y todos los asistentes podrán visitar también una exposición fotográfica sobre estas ocho décadas de historia. Una ofrenda floral y un concierto con la banda de la cofradía completarán los actos conmemorativos.
Cabe destacar que la Agrupación Musical Yacente Ibiza, que ofrecerá un recital tras la misa, actuó el pasado Jueves Santo en Ronda y prepara ya para la Semana Santa de 2025 su regreso a la localidad andaluza.
«El domingo estrenaremos algunas marchas. Han sido compuestas por José Manuel Sánchez Crespillo», comentó María Torres desde la agrupación.
Heredera de una tradición, Torres reconoció que viven este 80 aniversario «con mucha emoción e ilusión», resaltando además «la fe que sentimos muchos en Ibiza por el Santo Cristo Yacente».
El presidente actual Antonio Torres es cofrade desde los cuatro años y, más de siete décadas después, continúa en activo. «Somos más de 300 personas», destacó su hija María.
Aunque su gran momento anual es la Semana Santa, en la cofradía trabajan todo el año para llevar a cabo los preparativos de todas las actividades que realizan. «Ahora mismo la agrupación musical cuenta con mucha gente joven y también hay muchos jóvenes entre los costaleros. Cada vez se van interesando más e incluso tienen que esperar a que haya alguna baja para poder ser costalero», señalaron.
Historia
Entre las particularidades de esta cofradía, hay que destacar que durante los años 50 y 60 los encargados de portar la imagen eran gremios de la isla como el de panaderos y carniceros, además de sociedades culturales con «los señores de Ebusus» que se iban ‘repartiendo’ los trayectos de la procesión, una tradición que, con el paso del tiempo, acabó por desaparecer.
Entre sus peores recuerdos, sin duda, la pandemia ocupa una de las primeras posiciones, según lamentaron.
Recientemente, la imagen del Cristo Yacente fue sometida a una restauración puesto que la devoción de los fieles -que tocan la figura cada vez que la visitan- había provocado que terminara por eliminarse el pan de oro que cubría la urna. Para evitar que esto vuelva a suceder, una especie de caja de cristal envuelve ahora al Santo Cristo.
Los prestigiosos escultores Román y Salvador fueron los autores de la imagen religiosa.
Durante años, las mujeres tenían prohibido procesionar con la cofradía, aunque son muchas las historias de cofrades femeninas que, ocultas bajo los capirotes, subían el Viernes Santo hasta la Catedral para ‘colarse’ entre los capuchinos.
«La del Cristo es una imagen muy querida por los ibicencos. Incluso gente de pueblo mayor, personas a quienes ya les cuesta subir a Dalt Vila, vienen de vez en cuando a venerarla», concluyeron.