El poeta ibicenco Ben Clark vuelve a casa para presentar Mecánica poética. Cómo leer y escribir poemas, su último libro, publicado el pasado febrero por Alba Editorial. La cita será este viernes a las 19:30 horas en la sala Joan Riquer de la Biblioteca Municipal de Can Ventosa, con presentación a cargo del también poeta Julio Herranz.
Clark atiende a Periódico de Ibiza y Formentera minutos antes de partir hacia Córdoba, donde participa en la clausura de los cursos de la Fundación Antonio Gala. En plena gira de promoción —que también le lleva a Sevilla antes de aterrizar en Ibiza—, reconoce el buen recibimiento que está teniendo este manual poético: «Estoy muy satisfecho porque el libro está funcionando muy bien, también en los institutos, algo que no me esperaba».
Lejos de ser un nuevo poemario, tampoco se trata de un ensayo teórico. Mecánica poética está concebido como un manual práctico para trabajar la escritura y la lectura de poesía. «El libro está concebido como un curso de nueve semanas y media y planteado para trabajar un poema desde lo general hasta lo particular. Repasando el proceso como algo artesanal, partiendo de unos materiales básicos como la idea y el potencial vocabulario para seguir con la parte más técnica e ir afinando cada vez más hasta llegar al resultado». De hecho, incluye «30 propuestas prácticas, ejercicios que sirven para trabajar la poesía en el aula».
El libro está teniendo una gran acogida tanto entre el público joven como en otros ámbitos: «También está teniendo éxito entre la comunidad de autores, también de Hispanoamérica desde donde estoy recibiendo muy buen feedback». La experiencia docente ha sido clave en su escritura: «La docencia me ha servido como aprendizaje a la hora de escribir este libro. He tenido en mis talleres tanto a personas del mundo de la poesía como a gente que no se había acercado a este mundo desde el instituto».
Clark propone una aproximación física y comprensible al poema: «La idea es trabajar el poema desde un sentido físico, hablando de su mecanismo para entender las dinámicas que forman parte de la mayoría de poemas. Conociendo estos mecanismos se puede apreciar mejor la lectura». Aunque puede parecer un manual para principiantes, también sirve de guía para lectores experimentados. «La idea es que sea un libro práctico».
Su intención es acercar la poesía al lector común, desactivando ciertas ideas preconcebidas: «Para la lectura suele haber un salto inicial para decidirse a entrar en este mundo, que es lo que más cuesta, para el que serviría tanto mi libro como cualquier otro del mismo estilo». En este sentido, defiende que su propuesta puede ayudar a desmontar barreras: «Puede servir como introducción y para acabar con toda una serie de ideas preconcebidas sobre la poesía. No hay tanta diferencia entre la lectura de poesía y la prosa como la gente se cree».
Ese «salto inicial» al que alude el autor tiene, en su opinión, raíces educativas: «Desde el instituto se nos queda una percepción de la poesía como algo que habla de misterios de la vida y elementos difíciles de entender. Pero la poesía habla de nosotros, de nuestra vida cotidiana, del día a día. Los veremos de manera distinta si pensamos en los poemas como instantáneas de diferentes momentos del día o de la vida, con simples detalles o con grandes acontecimientos como son la muerte, la infancia, el paso del tiempo».
La presentación en Ibiza no será una más. Estará cargada de recuerdos personales y literarios: «Me alegra mucho que sea Julio quien me presenta el libro. Él fue el primer poeta de verdad que conocí y a través de quien conocía a otros grandes poetas como Antonio Colinas. Es como una vuelta al origen después de 25 años de escritura y una oportunidad para recordar anécdotas y recordar a amigos y poetas como Manel Marí, quien presentó mi primer libro en Santa Gertrudis, y que ya no están aquí». Y concluye: «Seguro que la presentación estará llena de emociones».
Mecánica poética propone un acercamiento accesible, directo y útil a la escritura de poemas. Este viernes, el público ibicenco podrá descubrirlo de la mano de su autor en un acto que será, además, un regreso simbólico al lugar donde empezó su camino literario.