Los colores del verano empiezan a asomarse en los puestos del mercado de los mercados. Nectarinas, albaricoques, melocotones y paraguayos ya están presentes en las fruterías de Ibiza, pero los vendedores avisan de que han llegado antes de tiempo.
«Para mí, todavía es pronto», comenta una de las fruteras. Aunque la presencia de fruta de hueso es cada vez más visible, el sabor aún no acompaña del todo. «Probé un melocotón el otro día y, aunque tenía buena pinta, no estaba en su punto. Le faltan un par de semanas».
Este adelanto de temporada, que también ha afectado a los nísperos, los cuales prácticamente ya han desaparecidos de los árboles, se atribuye a las condiciones climáticas inusuales de este año. «Estamos descolocados. Ya no sabes qué fruta corresponde a qué mes», comenta otra vendedora.
Entre las novedades, destaca la aparición del albaricoque ibicenco, muy valorado por su sabor, aunque con una producción limitada y dependiente, en muchos casos, de árboles particulares. «Hoy no me ha bajado ninguno el productor local, pero me dijo que esta semana volverá», explican.
Precios altos
La fruta de hueso se vende actualmente a precios elevados: nectarinas y paraguayos rondan los 9,90 euros el kilo, incluso cuando aún no han alcanzado su punto perfecto de maduración. «Visualmente están bien, pero el sabor todavía no acompaña», reconocen desde el puesto.
En el caso de la cereza, otro clásico de esta época, la situación es aún más difícil. La poca cantidad que se ve todavía en los mercados ha hecho que en algunos puntos se llegue a ver a 32 euros el kilo, aunque en los puestos locales se han podido encontrar por la mitad. La falta de lluvia y una producción limitada han hecho que su presencia no sea muy abundante, y las que vienen de la península todavía no han llegado. «Yo tuve la semana pasada y las vendí casi sin margen de beneficio, por 15 euros el kilo», dice la vendedora.
Más allá del producto, lo que también preocupa es la falta de afluencia en el mercado. «Otros años, por estas fechas, esto estaba lleno. Este año está siendo muy parado», comenta la vendedora, que relaciona el descenso con que se haya reducido el turismo residencial de alto nivel, que son los que en estas fechas no miran el precio para comprar.