El compositor y docente universitario Miguel Ángel Roig-Francolí se enteró de que iba a recibir la Medalla de Oro de la Ciudad de Ibiza mientras hacía cola para embarcar en un avión en el aeropuerto de Santiago de Chile. Fue el pasado 26 de junio cuando el Ayuntamiento decidió otorgarle este reconocimiento por su trayectoria profesional y su contribución al ámbito de la música y de la docencia musical a escala internacional.
Como es tradición, la Medalla de Oro fue entregada en un acto solemne tras las celebraciones religiosas de Santa María y arrancó con una sorpresa musical a cargo del propio Roig-Francolí y su 'Sonata para Violonchelo y piano, Movimiento III' interpretada por la violonchelista Mónica Marí, encargada de la lectura de méritos, y la pianista María José Perete.
Para abrir su discurso, el premiado aseguró que en Vila hay mucha gente que merece «tanto o más que yo» la Medalla. También repasó cómo fueron sus inicios en el mundo de la música, cuando en 1971 salió de su Ibiza natal para estudiar en Madrid y acabar en los Estados Unidos en 1982. A pesar de esa distancia, reconoció que «ni por un segundo» ha perdido sus raíces ni su cultura ibicenca.
El músico resaltó además el «privilegio» de poder desarrollar una carrera internacional como compositor sinfónico y profesor universitario y, al mismo tiempo, poder volver todos los años a la isla.
Sin embargo, el tono de su discurso registró un cambio radical cuando Roig-Francolí se cuestionó si los ibicencos son ajenos a la «tendencia autodestructiva» que han mostrado los americanos al votar a su actual presidente, Donald Trump.
También lamentó que la imagen que proyecta Ibiza en muchos lugares «prácticamente es de una Sodoma y Gomorra combinadas, una especie de isla sin ley donde todo es posible».
En otro giro de tuerca más, el músico se preguntó qué han hecho, o qué no han hecho, durante décadas las instituciones que podrían haber regulado el modelo turístico, económico y territorial de Ibiza. Incluso, se cuestionó cómo se ha permitido que el turismo que domina la isla sea el del ocio nocturno y la fiesta constante.
«¿Cómo hemos tolerado que sea prácticamente imposible encontrar vivienda asequible y que haya autocaravanas y poblados de barracas por todas partes?», afirmó.
El problema de la falta de agua, la invasión de serpientes o el colapso de las carreteras, centraron también parte de su intervención.
«¿Cuándo reaccionará el pueblo ibicenco?. Ahora, ya es demasiado tarde. Como en los EEUU, el mal está hecho y será muy difícil de arreglar», advirtió.
Roig-Francolí lamentó «la trágica involución promovida y permitida por los propios ibicencos y controlada por los intereses del gran capital, tanto ibicenco como de fuera».
Consciente de que los premios le permiten tener voz, consideró «urgente» frenar el crecimiento en la isla.
Tras su discurso, anunció que donará los archivos completos de su carrera al 'Arxiu Històric d´Eivissa i Formentera'.
Alcalde
El primer edil de Ibiza, Rafa Triguero, resaltó en su discurso que reconocimientos como la Medalla de Oro «son la identidad de lo que somos: gente que trabaja, que estudia, que crea; personas y proyectos que, desde distintos ámbitos, hacen cada día una ciudad mejor».
Así, resaltó que Roig-Francolí es uno de estos nombres «que han dado más valor a Ibiza».
«Ha puesto la ciudad de Ibiza en el mapa a través de la música, de la docencia, de la investigación, pero, sobre todo, a través de la sensibilidad», señaló.
Triguero añadió que la música «no es un lujo, sino un bien común imprescindible para crecer».
Roig-Francolí nació en la isla en 1953 y ha sido una de las personalidades ibicencas con más proyección internacional. Tras completar su formación musical en Madrid, Palma y Estados Unidos, desarrolló una larga y reconocida carrera como compositor y profesor universitario en EEUU, donde estuvo ejerciendo la docencia durante más de tres décadas, principalmente en la Universidad de Cincinnati.
Entre los numerosos galardones que ha recibido a lo largo de su carrera, destacan la Medalla de Honor del Conservatorio Superior de Música de las Islas Baleares (2004); el Premio Ramon Llull del Govern (2010); la Medalla de Oro del Consell d´Eivissa (2014) y varios reconocimientos internacionales como el prestigioso American Prize Composition (2016).
Jovana GaztelumendiJajaja El cuadro de esta isla es de la etapa más oscura de Goya, pero realmente debería ser "el grito de Munch. Trabaje muchos años en lo que se llamaba la Hostelería nocturna, hoy ocio nocturno. El ocio nocturno es muy interesante, y gratificante económicamente hablando, mueve mucho dinero negro, muuucho, por que tiene muchísimo margen de maniobra, se venden botellas a 150.000€ en discotecas de Ibiza, zonas vip de miles de euros, aforos sobrepasados que nadie controla.... Pero relacionado con el turismo es como si un restaurante dobla mesa a la hora del menú. Una mesa da ganancia, pero doblarla la triplica. Palma, Formentera, Menorca, viven del turismo diurno, pero en ibiza "doblamos mesa". Donde están esas ganancias ? Y los impuestos de esas ganancias, donde se reflejan ? En una peor sanidad, en una peor educación, en peores infraestructuras que nuestros vecinos ?