Jesús celebró este lunes la segunda edición de su belén viviente, una representación que, tras tener que ser aplazada el pasado sábado debido a las lluvias, volvió a congregar a numerosos vecinos en la plaza del pueblo. El evento, organizado por la Parroquia de Nuestra Señora de Jesús, confirma así su vocación de continuidad tras la excelente acogida que tuvo en su estreno el año pasado.
El párroco de Jesús, José Martínez, destacó el carácter comunitario de la iniciativa: «Es una cosa muy bonita, la verdad, porque todos los actores son amateurs, son gente del pueblo». En la edición anterior participaron hasta 21 personas dando vida a personajes bíblicos como el rey Herodes, los Reyes Magos o los centinelas romanos, una implicación vecinal que este año se ha vuelto a repetir con ilusión renovada y un incremento notable de participantes.
La representación, que se desarrolló a lo largo de casi una hora, ofreció un recorrido detallado por los episodios bíblicos relacionados con el Nacimiento de Jesús. El hilo conductor fue la figura de un abuelo que explicaba a sus nietas, Elsa y Ariana, el verdadero significado de la Navidad mientras mostraba las figuras de un belén, dando paso a escenas que iban desde el nacimiento de la Virgen María y de San José hasta el viaje en busca de posada y el nacimiento de Jesús en el establo.
Las escenas se representaron en hasta tres escenarios distintos repartidos por la plaza, obligando al público a desplazarse para seguir el relato, siempre acompañado por música coral. El Coro del Pla de Jesús y la Colla de l’Horta de Jesús pusieron el acompañamiento musical a una puesta en escena cuidada al detalle, seguida con atención por una multitud que no quiso perderse ninguno de los pasajes.
Entre los participantes se encontraban las niñas Ariana y Elsa. «Estoy un poco nerviosa», confesaba Elsa minutos antes de comenzar su actuación, explicando que «aunque he tenido poco tiempo para ensayar, me hace mucha ilusión». Junto a ella estaba su hermana pequeña, Olivia, que debutaba en la representación disfrazada de oveja, repitiendo así la experiencia que su hermana mayor vivió el año pasado. Sus padres, Carlo y Sílvia, subrayaban la importancia del evento para la vida social del pueblo: «Este tipo de actos implican a todo el pueblo y crean comunidad entre nosotros».
La expectación entre los vecinos era palpable. Paco Pascual, vecino de Jesús, recordaba el éxito de la primera edición: «El año pasado ya fue muy bien y con un éxito de gente, a ver este año qué tal va. Seguro que muy bien pese a que tuvo que retrasarse por el mal tiempo».
Tampoco quiso perderse la cita la alcaldesa de Santa Eulària, quien puso en valor el esfuerzo colectivo: «Hubo que retrasarlo por las tan necesarias lluvias que cayeron el pasado sábado. Es un evento en el que hay que subrayar que se implica prácticamente todo el pueblo y que han preparado con mucho cariño». A su juicio, «tanto la plaza como el entorno del pueblo, junto a la voluntad de la gente forman la combinación perfecta para que esta representación se convierta en una tradición año tras año».
La velada concluyó con una chocolatada popular, que ayudó a combatir el intenso frío y la humedad que acompañaron la representación, poniendo un broche cálido a una noche que refuerza el espíritu navideño y comunitario de Jesús.