Lleva tres años en el Senado; tiempo suficiente como para que haya echado de menos la política municipal (fue alcalde en las legislaturas 2003-2007 y 2007-2011) y para que sus fieles hayan considerado que es hora de que vuelva. Si en el PP ibicenco hay un verso suelto, ese es él.
—¿Me hace una radiografía de cómo está el municipio en estos momentos?
—Durante los ocho años que yo estuve de alcalde hicimos un esfuerzo para poner las infraestructuras a un nivel de excelencia. A partir de ahí, había que mejorar los servicios, por este orden: seguridad, limpieza y mantenimiento. Y todo ello con el objetivo de mejorar la convivencia, ya que el núcleo de mayor actividad turística está en el centro del pueblo, cosa que no ocurre en otros lugares de Eivissa. Vamos a llevar a cabo una verdadera revolución en materia de seguridad y limpieza.
—¿Y para llevar a cabo esa revolución con qué instrumentos va a contar?
—En cuanto a la limpieza y saneamiento y suministro de agua estamos en una situación óptima, ya que han caducado las contratas que estaban vigentes. El nuevo contrato de recogida de basura lleva implícito cambio de maquinarias, de contenedores etc. Pero además, nosotros queremos que se asignen trabajadores a cada una de las zonas del municipio, limpieza diaria nocturna e inspecciones independientes. En cuanto a suministro de agua y saneamiento y suministro de agua, en los primeros años de la nueva contrata hay una partida prevista de varios millones de euros para mejorar el servicio. Esa inversión servirá, por ejemplo, para instalar un nuevo depósito regulador que asegure una óptima presión de agua en todo el municipio.
—¿Y en materia de seguridad?
—Haremos lo posible y lo imposible para que los cursos que haga la EBAP (Escola Balear d'Administració Pública) los haga en Eivissa y aumentar la plantilla de la policía local. También reordenaremos el cuerpo para tener más agentes en la calle, reactivaremos la figura del policía de barrio, reclamaremos más presencia de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. Y mientras todo eso se consigue facilitaremos que los establecimientos cuenten con seguridad privada.
—¿Qué va a pasar con Punta Galera, Cala Salada o Cala Gració a partir de la aprobación de las Normas Subsidiarias (NN.SS.)? Durante su etapa de alcalde se llegó a recurrir al Supremo para en esas zonas hubiese más margen de maniobra...
—En estas zonas no está previsto urbanizar, sino regularizar a través de la figura de los Asentamientos en Medio Rural (AMR) una situación desordenada, derivada del urbanismo vigente muchos años atrás. Si se construyese todo lo que permiten las NN.SS. y se hiciese una fotografía no se notaría la diferencia respecto lo que hay ahora. De todas maneras, hablamos de Sant Antoni como si fuese el municipio con más problemas urbanísticos. Hay críticas de bajo nivel que en lugar de perjudicar a quien gobierna perjudican a los ciudadanos. Me gustaría destacar nuestras bondades y fortalezas. Sant Antoni tiene muchas cosas buenas. Recuerdo que desde Can Negret a Cala Aubarca, Sant Antoni es el municipio más protegido de Eivissa. No tenemos ningna cala que se haya convertido en urbanización. Las zonas que ha sido fruto del desarrollismo están muy concentradas.
—¿Le convencen las NN.SS. que se están tramitando?
—No descarto modificar algún aspecto, pero son asumibles.
—¿Descarta hacer un túnel para que los vehículos pesados accedan al puerto?
—No hay voluntad política ni dinero para hacerlo. Apuesto por la interrelación entre el puerto y el municipio y rechazo la privatización del mismo.
—Qué se puede hacer con el West End?
—Se debe reformar a fondo; físicamente, pero también diversificando la oferta. Al West deben volver los bares y los restaurantes con terrazas. Debemos potenciar que haya actividad de día. En estos cuatro años tendremos capacidad para empezar a convertir el West sea un boulevar.
—¿Cree que estará obligado a pactar tras las elecciones? ¿Con quién lo ve más fácil?
—Ofreceré entrar en el gobierno municipal a todos los grupos políticos, aunque tenga mayoría absoluta.
—Si usted ofrece la co-gobernabilidad desde la mayoría absoluta estamos hablando de un acto de generosidad; si no, sería un acto de necesidad. ¿Si necesita al PI, se ve con capacidad de pactar con ellos?
—Sí, pero también con el PSOE. No tengo ningún planteamiento ni personal ni ideológico que me impida hablar con ellos o con otros partidos.