El invierno en Formentera se destaca por el cierre de la mayoría de los comercios de la isla. Entre los que ofrecen ropa, calzado y complementos solo cerca de una decena permanecen abiertos, la mayoría en Sant Francesc Xavier. Si bien todos tienen colgado el cartel de rebajas, que oscilan entre el 35 y el 50 por ciento, es escaso el público que se acerca.
Para Teresa, encargada de una tienda de moda femenina en el carrer Santa María, «si bien los artículos están ahora a muy buen precio, el inicio ha sido muy tímido». Una cuestión con la que coincide Lina, de otro negocio ubicado en la Avenida Pla del Rei: «Estamos en los primeros días y todavía no podemos valorarlo, pero las rebajas aquí ya sabemos que no tienen mucho que ver con otros lugares y el año pasado ya fue muy floja».
Según Iván, de una tienda que se centra en el calzado, «el primer día estuvimos marcando precios y ayer estuvo más animado, porque en el caso de botas y zapatos, la gente suele esperar a las rebajas».
Francisca, propietaria de un comercio en pleno centro, coincide con Cati, de un negocio de moda cercano, en que «por más campañas que se realicen para fomentar el comercio local, es imposible competir con la oferta de Eivissa en estas fechas; por ahora no va mal pero quizás porque tenemos nuestra propia clientela, que viene a buscar un producto que conoce, de buena calidad y que puede probarse con tranquilidad y con una atención personalizada».
Con la apertura de grandes superficies en Eivissa y con las rebajas en el transporte de vehículos entre las islas, son muchas las familias, sobre todo con hijos, las que se trasladan para hacer acopio de elementos de primera necesidad como pañales, productos lácteos o de limpieza e higiene personal a la isla vecina. Algo que creen que perjudica al pequeño comercio local. «Los que mantenemos el negocio abierto en invierno tenemos unos gastos fijos muy altos de alquiler, luz, basuras y demás impuestos, por lo que no es extraño que cada vez seamos menos los que abrimos todo el año», apuntó Francisca.