Día agitado ayer en Formentera en relación a la propuesta de la Autoritat Portuària de Balears (APB) de ubicar un muelle de desembarco de pasajeros en la zona de es Martell de Eivissa (también conocida como muelle viejo), mientras que los buques mixtos irían a los muelles comerciales. A las 11.00 de la mañana de ayer tuvo lugar un encuentro de la Junta de Portaveus de todos los partidos con representación en el Consell en la sala de plenos. Al acabar la reunión, el president de la máxima institución insular, Jaume Ferrer, comentó a los medios que la propuesta que le trasladó el presidente de la APB, Joan Gual de Torrella, el pasado viernes, «será tratada esta tarde [por ayer] en el Consell d' Entitats en una reunión extraordinaria».
A dicha reunión asistieron más de sesenta personas entre representantes de diferentes colectivos y entidades que componen el tejido asociativo de la isla. Después de dos horas de debate, se volvió a escuchar la negativa a la propuesta de la APB y de Vila. Entre las intervenciones destacaron la del gerente de la naviera Mediterrànea Pitiusa, Gerardo Ferrero, quien volvió a reiterar «el escaso margen de maniobra que existe si tenemos que desembarcar pasajeros en es Martell y luego dirigirnos hacia el muelle comercial; además las escalas, que de eso se trata, se deben pedir a la APB con dos meses de antelación». En este sentido, Ferrero apuntó que «hay mucho por definir y además han dejado de lado la primera premisa que argumentaron en la anterior reunión, la seguridad».
En los turnos de intervención, los representantes de diferentes colectivos coincidieron en frases como: «Nos están vendiendo motos», «es una falta de respeto hacia Formentera ya que el puerto de Eivissa es tanto suyo como nuestro», «la nueva propuesta es confusa, incompleta y aumenta la inseguridad», así como en un concepto: «El proyecto no es intocable y las puertas del diálogo siguen abiertas, por lo que es el momento de luchar todos juntos».
Para Felip Portas, portavoz de la Societat Esportiva Formentera, «esta nueva propuesta es una trampa, ya que no constituye una alternativa viable porque no contempla, en el caso del apeadero, ningún tipo de servicios y mientras tanto la APB va ganando tiempo».
Por su parte, la consellera de Participació Ciutadana, Sònia Cardona, culminó el encuentro con una propuesta que fue aceptada por todos los presentes y que se resume, «en la constitución de un equipo de trabajo con representantes de nueve asociaciones para redactar un documento en el que se detallen los motivos por los cuales no se acepta el cambio de muelle y qué medidas se podrían llevar a término por parte del Consell Insular que se analizará en una próxima reunión en un término de diez días», concluyó.