Tal y como estaba previsto, con una indiscutible puntualidad, los Reyes Magos de Oriente, Melchor, Gaspar y Baltasar, desembarcaron ayer en el puerto de la Savina a las cinco y media de la tarde, siendo recibidos por centenares de niños y familias de la pitiusa menor para iniciar su itinerario por los principales núcleos de la isla.
Magia, felicidad e ilusión son solo algunos de los calificativos que podrían definir el ambiente de los más pequeños de Formentera, que no podían ocultar ante los adultos los nervios que les producía la incertidumbre de descubrir si Sus Majestades de Oriente cumplirían con sus deseos.
Algunos pequeños enumeraban tan rápido su lista de regalos que era difícil quedarse con todos. Otros centraban sus deseos en consolas o videojuegos, como Lara e Isaac. Había también quienes se conformaban con cualquier detalle, como Patrick: «Yo quiero lo que sea, no me importa». Y otros más pequeños, como Izan, que le contó a su mamá que quería unos dinosaurios. Ella confiaba en que se los trajeran porque «se porta siempre muy bien».
Minutos antes de su llegada, la gente se congregó en los alrededores del puerto para contemplar el espectáculo Rats!, protagonizado por cuatro ratitas gigantescas y un flautista encargado de que estos simpáticos –pero traviesos- roedores no hiciesen de las suyas en un día tan señalado y especial para los más pequeños de la casa. Sin embargo, el trabajo del amable flautista no se quedó en el puerto sino que las ratitas hicieron que se las tuviera que ingeniar en cada uno de los emplazamientos donde los Reyes Magos dejaron ayer huella para que la fiesta pudiese seguir su curso.
Con las engalanadas carrozas que con tanto esfuerzo han estado preparando las últimas semanas desde la Associació Reis Mags, Sus Majestades de Oriente, acompañados de un séquito de niñas y niños, pajes reales y vecinos de la isla, trazaron su camino hacia Sant Francesc, la primera parada y, una de las más especiales del recorrido.
Allí Melchor, Gaspar y Baltasar y toda su comitiva real fueron recibidos por más formenterers y, tras cruzar la calle Jaume I, llegaron a la plaza de la Constitució. En la iglesia, sus majestades hicieron su tradicional ofrenda al Niño Jesús.
Posteriormente, los Reyes Magos se dirigieron a todos los allí presentes desde el balcón del Consell de Formentera tras una recepción oficial por parte de las autoridades. En su discurso, el rey Melchor destacó, como «reyes sabios» que son, tres consejos: dejar de diferenciar los juguetes de niños y niñas, valorar la importancia de disfrutar del verdadero regalo que es la familia y que las mujeres puedan salir de casa sin miedo, el cual provocó un aplauso unánime.
Además, instaron a todos los formenterers a cuidar «esta isla que tiene magia gracias a todos vosotros, que la habéis hecho prodigiosa».
En su segunda parada, Sant Ferran, los tres Reyes Magos volvieron a visitar la iglesia del pueblo para adorar la imagen del Niño Jesús para, seguidamente, recibir a sus niñas y niños y entregar sus primeros regalos a algunos afortunados.
Finalmente, alrededor de las nueve de la noche de ayer, sus majestades de Oriente tomaron rumbo a la Mola, donde fueron recibidos por sus vecinos en la iglesia y aprovecharon para repartir más regalos entre los más pequeños del lugar.
La noche de Reyes, como bien es sabido, es una noche de festiva, pero también de mucho trabajo para Melchor, Gaspar y Baltasar, que tras este recorrido continuaron repartiendo felicidad de hogar en hogar. Por eso, los más pequeños de Sant Francesc han tenido que esperar hasta hoy, cuando después de la Misa de Reyes, los Magos de Oriente repartirán el resto de regalos que les faltaron por entregar durante la noche de ayer.