El príncipe heredero de Noruega Haakon, su esposa Mette-Marit y sus hijos están disfrutando de unos días de vacaciones en la isla de Formentera. Unos días de desconexión en los que han intentado pasar lo más desapercibidos posible y en los que vivieron una mala noticia, al menos para el resto de los mortales, recibieron una multa de aparcamiento.
El matrimonio ha sido fotografiado a bordo de una embarcación mientras se bañaban en alta mar junto a sus dos hijos, Ingrid Alexandra, de 15 años, y Sverre Magnus, de 13. En todo momento el hijo de los reyes Harald y Sonia de Noruega demostró que se encuentra igual de enamorado de su mujer como el primer día, estando siempre muy pendiente de ella en todo momento. Incluso, no dudó ni un segundo en extender la crema solar por su espalda para proteger su piel.
Además, Mette-Marit de 45 años y casada con el heredero noruego desde 2001, presumió de cuerpo durante sus vacaciones luciendo dos sencillos bañadores, uno negro y otro más claro, mientras paseaba por la cosa e inmortalizaba cada baño de sus retoños.
Sorpresa en el parabrisas
Luego, en su visita a Formentera, la familia recorrió la isla como cuatro turistas más. De hecho, Haakon se puso al volante de un tradicional Mehari antiguo de color amarillo mientras su hija iba en el asiento delantero y su mujer y su hijo pequeño en los traseros. Sin embargo, tanta felicidad se vio empañada cuando al ir a recoger el vehículo que tenían aparcado en una céntrica calle se encontraron en el parabrisas con una multa de aparcamiento.
Algo que, sin embargo, no pareció importar demasiado al heredero. La recogió, la guardó y siguió mirando en su teléfono móvil las instantáneas que habían tomado hasta el momento.