El Consell de Formentera, a través de su área de Patrimonio, y el Instituto Balear de Estudios en Arqueología Marítima (IBEAM) han comenzado el estudio en detalle de los restos de un barco romano del siglo IV d.C. hundido en aguas de Formentera, a 77 metros de profundidad.
El estudio se centrará en el cargamento que todavía se conserva en el yacimiento, a través de un modelo digital del terreno en 3D y del estudio de los materiales extraídos en 2006, que se encuentran en el Museo Arqueológico de Ibiza y Formentera.
La campaña, que se ha iniciado esta semana, se prolongará hasta finales de mes. Está dirigida por los arqueólogos del IBEAM Enrique Aragón Núñez y Javier Rodríguez Pandozi con la colaboración del especialista en cultura romana Alejandro Quevedo, de la Universidad de Murcia, el fotógrafo Jordi Chias, colaborador en otros proyectos de conservación marina, y Joseba Alberdi, como jefe del equipo de buceo.
Según ha afirmado la consellera de Patrimonio, Raquel Guasch, esta tarea supone «el punto de inicio de un proyecto de una duración de cuatro años (2022-2025) que estará dedicado a estudiar los pecios sumergidos en media profundidad a lo largo de la costa de Formentera».
El pecio fue declarado Bien de Interés Cultural en 2007.