La fallida moción de censura de Vox contra el presidente del Gobierno ha dejado para la historia de la política española una narración sobre ovnis vistos en aguas Formentera en 1979, un buque de CEPSA que salió del puerto de Alcúdia y un símil sobre cómo ese buque, desguazado en un puerto mexicano, presenta enormes símiles con al candidato a presidente por parte de Vox, el economista Ramón Tamames.
Para sorpresa de los diputados presentes en el Congreso, el portavoz de PNV, Aitor Esteban, ha comenzado su réplica a Tamames con una historia que arranca en el puerto de Alcúdia. Según ha explicado el diputado, el 6 de febrero de 1979, un buque butanero de la compañía CEPSA, con el nombre de Tamames, zarpaba del puerto de Alcúdia en dirección a Cartagena, con buenas previsiones meteorológicas por delante.
A las 23.17 navegaba a 15 millas el este de Formentera, pero repentinamente el capitán vio una luces rojas y amarillas que se movían con celeridad. En su declaración ante las autoridades militares, el capitán aseguró que aquellas extrañas luminiscencias eran más de 50 ovnis. «Ahora el señor Tamames ha visto más de 50 ovnis: 52 que, con sus firmas, le ha permitido que hoy pisara esta Cámara. 52 obvios ventajistas notoriamente interesados», ha dicho.
Ha explicado que los hechos de Formentera siguen sin tener una explicación «y tampoco la tiene esta moción de censura». Esteban ha considerado que se trata de una moción «ilegítima» porque no busca una nueva mayoría, sino sacar a pasear a alguien, buscar unas portadas y poner en un brete al PP. Esteban ha sido muy crítico con Tamames por prestarse a una moción «de un veleta partidista». «Para ser presidente del Gobierno hay que creer el algo», ha dicho.
Esteban también ha contado que el buque Tamames colisionó en Londres con un mercante alemán al que llevó a pique. «Ustedes ya lleva cuatro pecios por alcance: el PCE, Federación Progresista, IU y el CDS y no sé si va camino del quinto, con Vox», le ha dicho. Ha señalado que el buque Tamames aún tiene otra coincidencia con el candidato: el color del casco cuando lo botaron era rojo, «como el señor Tamames», pero acabó sus días pintado de negro, «un negro tizón como el de las camisas negras de los amigos fascistas italianos de quienes le presentan hoy aquí».
«Usted cree que es la vedette, pero no es más que una simple corista de Vox», le ha dicho. «Lo siento por usted: pasado mañana, nadie se acordará de usted», ha añadido. «Quizá piense que el buque Tamames iba a acabar sus días con tintes de gloria en el Museo Naval de España. Sin embargo, he de comunicarle que el buque llegó su final, con su casco pintado de negro, en un destartalado desguace en Veracruz, una metáfora del final que se le augura al prestigio que le podía quedar», ha concluido.