La depuración terciaria de las aguas residuales llegará en la próxima legislatura política a las plantas de Eivissa, Santa Eulària y Sant Jordi. El Institut Balear de Sanejament (Ibasan) invertirá unos 100 millones de pesetas en cada una de las plantas para aplicar tratamientos que consiguen bajar considerablemente los niveles de contaminación de las aguas fecales y permiten que puedan reutilizarse para el riego de todo tipo de cultivos. El gerente del Ibasan, Gabriel de Juan, señaló que estos proyectos se sacarán próximamente a concurso público.
En Eivissa la depuración terciaria sólo se realiza ahora en la Edar de Port de Sant Miquel, inaugurada hace poco más de una semana. Cuatro agricultores de la zona ya se han interesado por usar el caudal para regar sus terrenos.
Para conseguir la depuración total de las aguas se llevan a cabo dos tratamientos bastante complejos: en primer lugar, se reduce la Demanda Biológica de Oxígeno (DBO) que, como explica el gerente del Ibasan, «es lo que produce la contaminación».
El segundo paso es reducir a la mitad el nivel de Sólidos de Suspensión (SS). Esto significa filtrar las partículas de fango que llevan las aguas fecales. Esta «desinfección» se realiza con rayos UVA y con cloro residual.
En la depuradora de Eivissa se aplicará otro tipo de tratamiento «porque la planta está ubicada en un sitio más complicado y los olores podrían afectar a la zona de Talamanca», explicó de Juan, quien aclaró que «la elección de un proceso u otro siempre se elige en función de la situación de la depuradora».