U n centenar de motos antiguas -algunas, auténticos mitos sobre dos ruedas- recorren desde anteayer las carreteras de Eivissa. Han llegado de toda España, de Inglaterra y de Francia para participar en la quinta edición del Rally Isla de Ibiza, organizado por el Club de Vehículos históricos de las Pitiüses. A lo largo de los tres días que comprende el rally los participantes deben demostrar su habilidad sobre las máquinas en diferentes pruebas.
La más esperada es siempre la de San Joder, en ésta, los conductores deben realizar un recorrido de 45 kilómetros manteniendo siempre la misma velocidad -30 kilómetros por hora-. «A la hora de valorar esta prueba hay que tener en cuenta que la mayoría de las motos -sobre todo las de fabricación española- no llevan cuentakilómetros. Un artilugio que en la época de fabricación de estas máquinas era considerado un artículo de lujo y, por lo tanto, de precios muy elevados», comenta Martí Real, uno de los responsables del rally y miembro del Club de Vehículos Antiguos de las Pitiüses. Martí Real destacó la profesionalidad de la mayoría de los participantes en el rally, «ya que la media de velocidad conseguida hasta el momento ronda, efectivamente, los 30 kilómetros por hora». Pero no sólo la habilidad al volante es lo que cuenta en esta competición, «sino también la calidad humana. Las ganas de pasarlo bien y de que los demás también lo pasen de maravilla».