Gorro rojo y reversible a la cabeza, camisa blanca y bordada, pañuelo al cuello, justet negro en las pecheras y 24 botones, toca negra a la cintura, balons anchos y espardenyes. Así se vestían los ibicencos del siglo pasado cuando se engalanaban los domingos y los días de ballada. En la actualidad, sigue siendo un traje de moda entre los grupos folklóricos de la isla. No obstante, y tal y como comenta Xicu Bufí, responsable de la Escuela de Folklore del Patronat de Música, el traje se ha pervertido con el tiempo: «Los barrets que se usan hoy en día son una birria, en el sentido de que aunque se parecen a los que se llevaban antaño, poco tienen que ver con aquellos». Para empezar, explica Xicu, el barret tradicional rojo y reversible en negro llevaba un dobladillo en forma de media luna, hoy el dobladillo es recto y, a menudo, cosido, lo que le hace perder su caracter reversible. La camisa no obstante, si se ha respetado. Es blanca y con bordados, algunos más que en traje de balons, más antiguo en los puños y en el cuello. Con respecto al pañuelo que se lleva al cuello -al igual que sucede con el traje de balons- los miembros de las actuales collas folklóricas no respetan la tradición y en vez de llevarlo blanco y con las puntas bordadas suelen usar uno de mujer, vistiéndolo a lo cow-boy.
El justet sigue siendo negro en las pecheras, con la espalda en blanco y 24 botones, que usan únicamente de adorno, ya que el chaleco se cierra con tres pequeños botones en forma de estrella. La tela no es otra que trapo fino o hilo. La única diferencia con el justet que se usaba en el traje de balons es que los botones se disponen en cuatro hileras -en vez de dos-. l Carla Centelles