El mes de julio no ha sido especialmente conflictivo para el aeropuerto de Eivissa, a pesar de las dificultades y las tensiones que se viven en otras terminales españolas a raíz de la problemática situación del tráfico aéreo. La cifra que lo demuestra es la del retraso medio que han sufrido las aeronaves que han despegado o aterrizado en Eivissa durante el mes pasado. Dicha media es de veinticinco minutos, un tiempo prácticamente igual al registrado durante el mismo mes del año pasado, cuando la demora media fue tan solo un minuto menos que en este ejercicio.
El aeropuerto considera bastante normal esta cifra y no la califica para nada de alarmante, puesto que está dentro de los parámetros habituales en meses de alta actividad como son los de verano. En total, durante el mes que acaba de terminar se han registrado 5.381 movimientos; la mitad corresponde a llegadas de aviones y la otra mitad a salidas. De todos ellos, sufrieron algún tipo de retraso 1.288.
Estas cifras suponen que, aproximadamente, uno de cada cuatro aviones tuvo alguna demora durante el mes pasado. El hecho de que la media del retardo esté situada en los veinticinco minutos supone que, para compensar los retrasos de varias horas que es muy normal que puedan acumular las compañías chárter, también se han debido producir gran número de retrasos de escasa relevancia, de apenas diez o quince minutos. Este tipo de espera más corta es la que suele producirse en vuelos nacionales realizados por compañías regulares como Iberia, Air Nostrum o Air Europa.