Unos 12.892 residentes de las Pitiüses, un 16 por ciento de la población total, padecen marginación social o se encuentran en situación de riesgo, de acuerdo con los datos del último informe elaborado por el Gabinete de Estudios Sociales y Económicos de la caja de ahorros Sa Nostra, que ayer presentó su responsable, Miquel Alenyá.
Según este prestigioso economista insular, los colectivos que suscitan estas actitudes de exclusión son los pobres, los inmigrantes legales e ilegales, las personas con discapacidades mentales, los presos y ex-reclusos, los toxicómanos, así como las mujeres solas con cargas familiares no compartidas.
La cifra absoluta de marginados en las Illes Balears se ha calculado en 107.848 personas, lo que representa el 13'4 por ciento de la población de las islas. Del total, 85.053 están localizados en Mallorca, 12.892 en las Pitiüses y 9.303 en Menorca. Alenyá aseguró que la sociedad balear presenta «algunos procesos internos de rechazo social intenso, grave y arbitrario», pese a que es considerada una de las más tolerantes y liberales con respecto a las de otros lugares de España. También explicó que el fenómeno de la marginación se basa en la percepción de una diferencia que afecta a un grupo de personas, al cual se le aplican juicios de cariz negativo y cuya existencia responde a circunstancias variables en función del tiempo, el territorio y la cultura.
En su opinión, los pobres -unas 55.000 personas en Balears- sufren más que ningún otro colectivo el rechazo social porque «resultan molestos, incómodos y suscitan mala conciencia», e indicó que esta situación es «más grave y dolorosa» en el marco general de prosperidad que vive esta comunidad.