Hasta el próximo 26 de abril el Paseo de Vara de Rey se convierte en un museo improvisado en el que caben desde piezas de cerámica hasta sobrasada. 26 stands unidos en s'Alamera demuestran que gastronomía, metalurgia o joyería no son apartados inclasificables dentro de la concepción del arte sino un aspecto más de lo que el esfuerzo puede conseguir.
Y es que trabajo y calidad son las dos únicas pautas en común de los comerciantes que coinciden en la XVII edición de la Plaza d'Art. Historias, profesiones y curiosidades se concentran en apenas 300 metros con un precio establecido, sólo para los objetos en venta.
Organizada por la asociación de artesanos de la Petita i Mitjana Empresa d'Eivissa, cuenta con el patrocinio del Govern balear y la colaboración del Ayuntamiento de Eivissa y la compañía Balearia. El vicepresidente del Consell, Vicent Tur; el concejal de Comercio del Consistorio, Maurici Cuesta; el presidente de la PIMEEF, Antoni Marqués; y el máximo responsable del colectivo participante, Carlos Icardi, fueron los encargados ayer de inaugurar esta feria que combina a la perfección negocio y pasión y cuyo presupuesto es de tres millones y medio de pesetas. El grupo de baile de Sant Rafel protagonizó una demostración de ball pagés que agrupó a un gran número de curiosos que se aventuraron a acercarse en esta jornada inaugural.
Joyas, instrumentos de bambú, murales, esculturas, utensilios de madera, mosaicos o cerámica son sólo algunos de los alicientes para acudir al centro de Eivissa en los próximos once días ya que el 23, festividad de Sant Jordi, no se abrirá al público. Otra de las fechas claves dentro de la programación del evento es el día 28 fecha en la que se realizará la votación para elegir el mejor stand, el mejor diseño y formular una mención especial para los presentes en la muestra.
Aunque el precio no es, a simple vista uno de los reclamos entre superofertas de tiendas colindantes, el valor del esfuerzo de las manos es más estimado con el tiempo.