Un año les ha bastado para convertirse en un auténtico equipo dentro y fuera de la cancha. Rosa, Lina, Present, Sonia, Yolanda, Carmen, Verónica, Montse, Marta, Pilar, Gema y Catiana unen sus nombres propios para formar el de Puig d'en Valls, un combinado de baloncesto que ha conseguido marcar un hito en la historia del deporte pitiuso al convertirse en el primer conjunto femenino que jugará en la primera división autonómica.
A lo largo de estos meses han reunido gratos recuerdos («los mejores, las noches de juerga» comentan), algunas peleas de vestuario y un excelente ranking con tan sólo un partido perdido de todos los disputados. Además de su puesto, cada una tiene un rol que la caracteriza, desde Rosa, a la que atribuyen el honor de ser «la más graciosa» hasta Yolanda que con sus continuos cambios de look no dudan en definirla como la modelo. El sacrificio para llegar hasta aquí no ha sido sólo el hecho de entrenar dos horas y media cuatro días a la semana. El principal esfuerzo es combinar sus trabajos como profesoras, en áreas comerciales o en el sector de la hostelería con su privacidad. «No siempre un novio o los amigos llegan a comprender que dediques tanto tiempo al deporte», señala Montse.
Y, a partir de ahora, será aún más duro. La entrada en la nueva categoría supondrá, en primer término, la supresión de las vacaciones estivales. Apenas diez días de descanso y volverán a practicar ya en julio, y esta vez sin ninguna jornada exenta. No obstante, afrontan el reto como «una fórmula de avanzar» y con el objetivo de «permanecer en esta categoría». Algo tendrán que ver en ello los entrenadores Javier Ferrer y Víctor Torres, valedores de estas chicas que pese a no ser ninguna profesional poseen dicho calificativo tanto en la cancha como en la cotidianeidad. Y es que, al margen del deporte, ya son auténticas triunfadoras.