A pesar de que ganaron las elecciones el año pasado, el Pacte lamentó no tener tiempo para trazar a su gusto un programa festivo para la Diada y las Festes de la Terra de su primer verano en el gobierno. No obstante, este año han diseñado un plan de eventos que no ha decepcionado a los ciudadanos pitiusos.
El colofón a los actos en conmemoración del 8 d'Agost lo pusieron, como siempre, los fuegos artificiales. En esta edición, los espectadores comentaron que el castillo fue mejor que en otras ocasiones y alabaron los juegos que realizó el pirotécnico sobre las aguas del puerto ibicenco. Para la historia también quedarán varias imágenes, como las que acompañan estas líneas: Vicent Tur, vicepresidente del Consell, bailando como un descosido y ayudando a montar un castell; los más jóvenes con sus mejores galas al acompañar a su parroquia a la ofrenda floral a Guillem de Montgrí o las dificultades de hacer sonar una corneta durante la celebración de la berenada.
Sin duda, a pesar de que los actos concertados para el día de Sant Ciriac no diferían demasiado de los que convocaba el anterior equipo de gobierno -misa en la Catedral, procesión y discursos ante la estatua de Guillem de Montgrí-, el Pacte decidió instalar una placa frente a la sede de la antigua Universitat de Eivissa, precedente histórico del Consell. Por otra parte, la berenada popular tuvo más poder de convocatoria que en otros años. El Pacte Progressista ya había adelantado su deseo de recuperar esta tradición, que poco a poco iba perdiendo peso. Así, el pasado martes en Puig d'es Molins se reunieron nostálgicos y curiosos que querían unirse a este encuentro con tanta historia de sandías, bocadillos y tortillas de patatas.