El consumo de carne de ganado vacuno ha descendido en un 50 por ciento desde que se hizo pública la sospecha de que una res de Galicia pudo haber padecido el mal de las «vacas locas», según datos aportados por Guillermo Rodríguez, presidente de la Asociación de Carniceros. Rodríguez lamenta que la excesiva información aparecida en los medios de comunicación haya producido una especie de histeria colectiva que, finalmente, ha repercutido negativamente en los niveles de consumo de carne de vacuno.
Durante los últimos días, los ibicencos han sustituido la carne de vaca por la de cerdo y pollo, indica Rodríguez. El descenso también está ocasionando una bajada significativa de los precios, que, según la apreciación de Guillermo Rodríguez, podría seguir en aumento durante los próximos días.
Por otra parte, Miguel de las Heras, presidente de la Asociación de Productores de Ovino de Ibiza (APOI), señala que los ganaderos pitiusos abandonaron hace años el empleo de piensos elaborados a partir de harinas de origen animal. Todos, asegura De las Heras, alimentan a sus animales con compuestos de cereales y verduras. La alimentación exenta de piensos elaborados a partir de sustancias animales es un requisito indispensable para que el ganado sacrificado en Eivissa porte el sello de la APOI. No obstante, Miguel de las Heras advierte que sólo garantiza la utilización de piensos correctos, tal como marca una directiva de la Unión Europea, en los casos de los cerca de 130 socios que forman parte de la asociación, ya que de lo contrario serían expulsados.
Al contrario que los carniceros, los ganaderos pitiusos no han notado aún un descenso en el número de sacrificios de reses, dado que la producción en las islas es muy escasa y que apenas hay ganado vacuno en la isla.