El próximo 7 de enero la banda juvenil del Patronato Municipal de Música se estrenará ante el público. La organización ha surgido con la finalidad de ofrecer a unos alumnos que tienen poco tiempo para acudir a los ensayos un estímulo que les refuerce su afición por la música. Esta institución se ha dedicado especialmente en los últimos meses a las dos vertientes que la componen: el coro y la banda. Tanto con los más pequeños en el primer caso como con los jóvenes con edades a partir de los diez años en el segundo, el grupo «Ciutat d'Eivissa» quiere fomentar una cantera que nutra a sus agrupaciones y fomente la práctica de la interpretación musical.
Con motivo de la celebración del 75 aniversario del surgimiento de la primera banda musical en Eivissa y del décimo año desde que ésta adquirió la nomenclatura de «Ciutat d'Eivissa» los alumnos que forman parte de la vertiente juvenil de la misma afinarán sus instrumentos para dirigirse por primera vez a un auditorio. Los jóvenes sólo pueden acudir a clase los sábados por la mañana. Ayer fue uno de los primeros días en que ensayaron de cara al reto de la jornada que seguirá al día de Reyes.
En el ambiente se vivía un ansia por asimilar los conocimientos que transmitía el profesor, con el fin de que sus explicaciones se tradujeran en sinónimo de éxito en el mes que estrena el nuevo año. «El próximo día 7 de enero la banda juvenil se estrenará en Can Ventosa recordando a los directores que han pasado por la banda en sus 75 años de vida», señala Manuel Ramón, director del Patronato Municipal de Música. El perfil actual de la banda juvenil surgió como mero patrón hace un año y medio. Pero en el inicio del presente curso 2000-2001, al igual que ocurrió con el coro infantil del Patronato, la institución musical convocó a una serie de alumnos para nutrir la banda «Ciutat d'Eivissa». El requisito imprescindible, tener 18 años. Por ello se ha generado una cantera de nuevos valores, para no hacer esperar una serie de años a jóvenes que presentan una tarjeta de presentación común: la inquietud por la música como devoción, no como obligación.