Lleva 25 meses entre los ibicencos. Llegó a las islas porque en Madrid no encontró trabajo y su entorno más próximo le invitó a que probara suerte en Eivissa. Ecuatoriana de nacimiento, cumple a diario con las tareas domésticas en diferentes hogares y empresas. En octubre creó la Asociación de Latinoamericanos de Ibiza y Formentera (ALIF). La nueva Ley de Extranjería, que veta los derechos de los inmigrantes a manifestarse y les limita el acceso a la sanidad, los últimos conflictos ocurridos con el colectivo ecuatoriano en la Península y el anuncio del ministro Mayor Oreja de priorizar la llegada de inmigrantes de Ecuador, Polonia y Marruecos, sitúan a Dolores Carballo en el lugar más comprometido desde que llegó a España.
En una entrevista que publica hoy íntegramente Ultima Hora Ibiza y Formentera en su edición de papel Dolores Carballo afirma que «la situación actual de los ecuatorianos en particular y del resto de inmigrantes en general, me parece que se ha endurecido bastante respecto a las posibilidades de la ley antigua. Pero a la vez existe una flexibilidad por parte de los gobernantes y de los empresarios que puede ser muy favorable para nosotros. Tienen que saber que venimos sólo a buscar trabajo, no a pedir limosna. En nuestros países las cosas están muy deterioradas.»