En las empresas dedicadas a Internet, informática y nuevas tecnologías, donde los trabajadores pasan la mayor parte de su tiempo con la vista fija en una pantalla de ordenador, el entorno laboral se caracteriza por el predominio de espacios abiertos, blancos, luminosos y con plantas.
Este criterio decorativo entre minimalista e idílico se debe, en parte, a una nueva patología con nombre propio: el tecnoestrés que ya está causando estragos en las empresas europeas. El mismo criterio es el que ha llevado a las grandes empresas de informática a instalarse en lugares con buen clima y bellos como el conocido Silicon Valley, en Estados Unidos.
Pedro Berruezo, secretario general de la Federación de Comunicaciones del sindicato UGT, apuntó en la ponencia de cierre de las «Jornadas sobre nuevas Tecnologías» que las Balears y especialmente Eivissa y Formentera son lugares idóneos para que se asienten este tipo de empresas, que saben que han de contrarrestar el efecto-ordenador en sus empleados.