Los dirigentes de Els Verds de Eivissa esperaban anoche una respuesta definitiva de los partidos del pacto de izquierdas a la propuesta de colaboración que el conseller y diputado autonómico Joan Buades planteó anteayer a altos cargos del PSOE balear en una reunión que se celebró en Palma.
Dos de los temas que se tendrían que debatir en el pleno que el Consell Insular celebra esta tarde han centrado las conversaciones: el traspaso de las competencias de carreteras y el remanente de tesorería del año 2000. Buades ha pedido que sean retirados del orden del día para que se puedan negociar y aprobarse de forma conjunta en el pleno de julio pero, a última hora de ayer, el equipo de gobierno insular sólo había dado su brazo a torcer en la primera de las dos cuestiones. El conseller ecologista advirtió de que, en caso de que finalmente fueran presentadas, ambas propuestas recibirían su voto en contra, con lo que no podrían salir adelante porque también se da por hecha la negativa del Partido Popular.
Por contra, si los progresistas deciden finalmente no someter estos dos temas a la decisión del pleno, podrían darse las circunstancias para que equipo de gobierno y conseller verde entraran en una dinámica de negociación que permitiera sacar adelante las principales cuestiones de la legislatura. El propio Buades comentaba ayer que «la lectura política será muy distinta en función de lo que elija el equipo de gobierno». «Si retiran estos dos puntos será señal de que quieren negociar durante el mes de julio. Si no los retiran, ya saben que tendrán un no», explicó.
El conseller ecologista tenía claro ayer que hay gente dentro del pacto de izquierdas que considera indispensable que se negocie en el Consell Insular de Eivissa, pero no estaba tan seguro de si los inquilinos de esta institución, es decir, el equipo de Pilar Costa, está también por la labor. La propia Costa manifestó hace sólo dos días que no es partidaria de abrir el mismo debate día sí, día no y recordó que hace unos meses las negociaciones ya fracasaron.
Buades mantiene que no puede dar el visto bueno a muchas de las materias que el equipo de gobierno lleva a pleno por la forma en que se hacen las cosas. Hoy mismo tiene que aprobarse el destino que se da a los 223 millones de remanente que tiene la institución, pero Buades no ha tenido conversación alguna con la izquierda y sólo ha recibido un e-mail del vicepresidente segundo, Santiago Ferrer, en el que se le ofrece que disponga de una partida de 20 millones de pesetas. Buades no quiere entrar en este juego, sobre todo porque cree que el año pasado ya salió escaldado. «El año pasado ya pactamos el remanente y no se ha cumplido nada de lo que nosotros pedimos, empezando por la solarización del Consell Insular».