Gesa instalará en su chimenea un sistema para medir, de forma continua, los gases que emite a la atmósfera, según anunció ayer el director de la central en Eivissa, José Luis Gracia. Este aparato se sumará a dos similares existentes en Can Misses y en Dalt Vila, si bien su cercanía a la fuente contaminante permitirá a la empresa un control más exhaustivo y eficaz de las emanaciones de óxidos de azufre y de nitrógeno. El objetivo de la empresa es «minimizar» el impacto: «De esa manera, si está en nuestras manos actuaremos sobre las emisiones», explicó Gracia.
La incorporación del medidor se llevará a cabo coincidiendo con la instalación de los dos nuevos grupos de diesel. El primero de esos nuevos motores no estará listo hasta aproximadamente la tercera semana de julio, cuando entre en funcionamiento en periodo de pruebas, que durará dos semanas.El segundo grupo será puesto en marcha aproximadamente el día 10 de agosto, también en periodo de pruebas, si bien podrá aportar energía en caso de que exista una punta de demanda muy alta que no pueda cubrir la central.
A diferencia de los grupos anteriores, los que se están instalando no serán refrigerados con agua de mar, sino con aire. En la fachada exterior de la central se puede observar ahora la instalación de 12 refrigeradores de aire (seis por grupo) y de una serie de gruesas tuberías que sirven para dejar salir los gases que generen los motores, así como de sistemas encaminados a amortiguar el impacto externo.