El fenómeno Eivissa, como destino vacacional de jóvenes británicos dispuestos a todo para 'divertirse', se extiende y, al parecer, sin demasiados cambios. Como si de una fórmula mágica se tratase, la localidad chipriota de Ayia Napa ha adoptado el modelo ibicenco de diversión a base de discotecas y algo más. En Sant Antoni se nota el trasvase de turistas hacia la denominada ya como «Nueva Ibiza», según publica en su edición del pasado sábado el rotativo británico «Daily Mail».
La nueva meca del clubber recibe varios motes por parte de los jóvenes británicos, principales usuarios de sus ofertas de diversión sin freno. Naughty Napa, cuya traducción podría ser «Traviesa Napa» o Slapper Napa, que en castellano vendría a ser «Guarrilla Napa», sería una clara alusión al carácter sexual que también se potencia de la propia Eivissa entre los británicos. Los paralelismos no se detienen en los nombres o en la fama que poco a poco va adquiriendo la localidad chipriota, sino que también se centran en el tipo de oferta. Clubs, discotecas e incluso fiestas con conocidos dj organizadas por la BBC1 -cadena de radio británica que pocos días atrás estuvo grabando y emitiendo programas desde varios puntos de Eivissa-.
Las grandes discotecas de Ayia Napa, con capacidades que rondan las 2.000 personas, empiezan a cobrar entradas de hasta 2.500 pesetas y la circulación de éxtasis crece de forma exponencial. Esta es una de las principales preocupaciones de los chipriotas, según publica el «Daily Mail», que asocian a los clubbers con la llegada masiva de todo tipo de drogas. Contra este temor imponen medidas disuasorias a la posesión de éxtasis, que consisten en penas de un mes de prisión por cada pastilla encontrada. Por su puesto, este nuevo ambiente se complementa con los aquí conocidos comportamientos incívicos, según los cuales, los jóvenes británicos no muestran ningún reparo a la hora de orinar en plena calle, practicar el sexo en público o participar en concursos de sexo oral, organizados por algunos pubs.
Ante este envilecimiento de la diversión nocturna, touroperadores de prestigio y turismo de calidad, como Cadogan o Sunvil han eliminado Ayia Napa de su oferta, y los demás venden Ayia Napa como un paraíso para clubbers. El precio de las vacaciones también es similar al que se les ofrece para venir a Eivissa. Unas 400 libras esterlinas (100.000 pesetas) cuesta una estancia normal y unas 390 (97.500 ptas.) en un apartamento. Tal y como sucedió con Sant Antoni, esta escalada, está acabando con el turismo familiar y garage, inglés pero de más dinero.