En torno a siete por ciento de los alumnos de los centros escolares del municipio Eivissa tiene dificultades con el idioma, al no conocer lenguas románicas (derivadas del latín, como el castellano o el catalán), según los datos que maneja el Ayuntamiento de Eivissa. Estas cifras forman parte de la base de datos del proyecto de mediación cultural en las escuelas que pretende facilitar al máximo la integración de los niños en los centros y de los padres en el sistema educativo de sus pequeños.
Durante el curso escolar 2000-2001 asistieron a los diferentes centros escolares del municipio un total de 105 alumnos con problemas con el idioma. Un porcentaje muy elevado del total de alumnos que no hablan lenguas románicas (el 79 por ciento) se concentra en los centros Blanca Dona, Can Misses y Cas Serres. En el caso del Blanca Dona de los 450 alumnos de los que cuenta el centro, 42 no hablan castellano o catalán, lo que supone el 10 por ciento del alumnado total. En Can Misses hay 450 alumnos, de los que 25 no hablan lenguas románicas (el 5 por ciento del total de escolares). Por su parte, el colegio de Cas Serres cuenta con un total de 250 alumnos de los que 16 tienen dificultades con el idioma.
El Ayuntamiento de Eivissa ha puesto en marcha el proyecto de mediación en las escuelas, que forma parte del Programa Municipal de Inmigrantes, y que se centra en la creación de la figura del mediador intercultural que enlaza la parte educativa y la parte de atención social para que la población inmigrante que llegue al municipio conozca el derecho y la obligación a la escolarización de los menores. Además se les informa de los modos de acceso al sistema público de becas y ayudas, una forma más de favorecer la integración de los menores.
Facilitar la integración socioeducativa y cultural de los hijos de familias inmigrantes, sobre todo marroquíes, que viven en el municipio de Eivissa posibilitando una convivencia positiva entre la cultura de origen y la autóctona es la meta final del proyecto. Otra de las funciones de este plan es establecer canales con la Conselleria d'Educació y con los centros escolares para la detección de casos de alumnos con dificultades para la integración escolar.